El registro se realizó gracias a los rayos X emitidos, los cuales solo pueden ser observados desde el espacio.
La misión OSIRIS-REx de la NASA en órbita de Bennu, un asteroide a millones de kilómetros de la Tierra, ha hecho una detección inesperada de un fenómeno cósmico a 30.000 años luz de distancia.
El otoño pasado, el espectrómetro de imágenes de rayos X Regolith construido por los estudiantes (REXIS) a bordo de la nave espacial detectó un nuevo agujero negro en la constelación de Columba mientras hacía observaciones desde la extremidad del asteroide Bennu.
REXIS, un instrumento para estudiantes del tamaño de una caja de zapatos, fue diseñado para medir los rayos X que Bennu emite en respuesta a la radiación solar entrante. Los rayos X son una forma de radiación electromagnética, como la luz visible, pero con mucha más energía.
El 11 de noviembre de 2019, mientras el instrumento realizaba observaciones científicas detalladas de Bennu, capturó rayos X que irradiaban desde un punto fuera del borde del asteroide.
"Nuestras verificaciones iniciales no mostraron ningún objeto previamente catalogado en esa posición en el espacio", dijo Branden Allen, científico investigador de Harvard y supervisor de estudiantes que descubrió por primera vez la fuente en los datos.
El objeto resplandeciente resultó ser un binario de rayos X con un agujero negro recién formado, descubierto solo una semana antes por el telescopio MAXI de Japón, designado MAXI J0637-430. El telescopio NICER de la NASA también identificó la explosión de rayos X unos días después. Tanto MAXI como NICER operan a bordo de la Estación Espacial Internacional y detectaron el evento de rayos X desde la órbita terrestre baja.
REXIS, por otro lado, detectó la misma actividad a millones de kilómetros de la Tierra mientras orbitaba a Bennu, la primera explosión de este tipo detectada desde el espacio interplanetario.
Las explosiones de rayos X, como la emitida por el agujero negro recién descubierto, solo se pueden observar desde el espacio, ya que la atmósfera protectora de la Tierra protege a nuestro planeta de los rayos X. Estas emisiones de rayos X se producen cuando un agujero negro atrae la materia de una estrella normal que está en órbita a su alrededor. A medida que la materia gira en espiral sobre un disco giratorio que rodea el agujero negro, se libera una enorme cantidad de energía (principalmente en forma de rayos X) en el proceso.
Europa Press
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