Las próximas misiones espaciales deberán evitar los restos de las misiones al satélite de hace 50 años.
Estados Unidos ha promulgado su primera normativa que requiere que las entidades estadounidenses en nuevas misiones de la NASA a la Luna eviten perturbar los restos de las misiones Apolo de hace 50 años.
La "One Small Step to Protect Human Heritage in Space Act" se convirtió en ley el pasado 31 de diciembre.
"Durante mucho tiempo he abogado por la preservación de los artefactos de Apolo, que tienen un profundo valor cultural, histórico y científico no solo para los Estados Unidos, sino para toda la humanidad", dijo el congresista demócrata por Texas Eddie Bernice Johnson, presidente de la Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes, dijo en un comunicado, citado por collectspace.
La nueva ley ordena a la NASA que exija que las futuras misiones lunares bajo su ámbito cumplan con un conjunto de recomendaciones de "buenas prácticas" redactadas en 2011 "para proteger y preservar el valor histórico y científico de los artefactos lunares del gobierno de Estados Unidos". Las recomendaciones, que hasta ahora no han sido vinculantes, abordan los caminos que deben seguir las naves espaciales al descender a la superficie lunar y definen "zonas de exclusión" para evitar la alteración intencionada o inadvertida de los sitios de aterrizaje del Apolo. Seis misiones aterrizaron en la Luna entre 1969 y 1972.
Las empresas comerciales de EE.UU. y otras personas que busquen contratos, subvenciones u otros acuerdos para actividades lunares llevadas a cabo por, para o en asociación con la NASA deberán acordar mantenerse alejados de los sitios del patrimonio humano en la Luna para ser elegibles para el apoyo solicitado.
Los Acuerdos de Artemisa -el programa liderada por la NASA para el regreso humano a la Luna-, que hasta la fecha han sido acordados por nueve países (Australia, Canadá, Italia, Japón, Luxemburgo, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos), también incluyen la preservación de los sitios del patrimonio humano entre sus diez directrices que sirven como marco para que los socios internacionales participen en el programa.
La nueva ley se aplica a empresas como Intuitive Machines, Astrobotic y Masten Space Systems, que tienen contratos en virtud de la iniciativa Commercial Lunar Payload Services de la NASA para entregar cargas útiles científicas a la superficie de la luna. La ley también se aplica a SpaceX, Blue Origin y Dynetics, que están desarrollando sistemas de aterrizaje humano para el programa Artemisa.
Con información de Europa Press
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