Tras una serie de postergaciones, NASA vuelve a mover la fecha final para el lanzamiento del telescopio espacial James Webb.
Todo estaba listo para el 31 de octubre, o eso creíamos. Un nuevo anuncio de la NASA confirma el retraso de los planes para el lanzamiento al espacio del telescopio James Webb, uno de los proyectos más ambiciosos para la exploración espacial y que tenía a la agencia estadounidense y la ESA trabajando de manera conjunta.
De acuerdo con Ars Technica, la noticia ha sido confirmada por Beatriz Romero, directora de servicios de la misión, quien adujo que este nuevo plazo se debió a una “combinación de diferentes factores”, como el envío del telescopio, la disponibilidad del cohete Ariane 5 y de las condiciones del puerto espacial en Guyana Francesa, lugar designado para el lanzamiento.
Parte de los tiempos expuestos por los responsables de la misión se extienden hasta noviembre o diciembre; pues toda la campaña comprende un plazo de 55 días desde que el telescopio llega a Guyana Francesa, un evento que podría ocurrir “hacia finales de agosto”, tras habilitar el contenedor idóneo para su transporte.
Otro de los problemas contemplados es la disponibilidad del Ariane 5, un cohete que ya lleva 25 años en servicio y que ha permanecido en tierra desde 2020 debido a problemas en el revestimiento, pese a que el equipo de mantenimiento de Arianespace ha confirmado que esto ha sido solucionado con un rediseño.
Antes del lanzamiento del telescopio, Arianespace debe realizar dos lanzamientos de prueba para asegurar que el carenado haya sido reparado. Es muy probable que estas pruebas también sufran un retraso.
El otro detalle es la poca disponibilidad de vacunas contra la COVID-19 en Guyana Francesa, un protocolo que impacta directamente en las operaciones.
Por el momento, las condiciones parecen no ser las mejores para un proyecto que ha significado el trabajo de una década y que requiere más de 200 tareas específicas en el espacio profundo para su operatividad plena.
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