Esta "estación lunar automática" que aterrizó en la superficie era esférica, de unos 5 pies (152 centímetros) de ancho y pesaba alrededor de 218 libras, según la NASA.
54 años atrás, exactamente un 3 de febrero de 1966, la sonda soviética Luna 9 se convirtió en el primer objeto construido por la humanidad en posarse suavemente en otro cuerpo celeste.
El dispositivo perteneció al programa espacial soviético dentro del Proyecto Luna. La sonda fue lanzada el 31 de enero de 1966 desde el Cosmódromo de Baikonur, en el actual Kazajistán.
La pequeña nave alunizó exitosamente tres días después en el Océano de las Tormentas. Cuando se posó, abrió sus largas placas con forma de pétalo y tomó fotos del panorama. Trasmitió fotos y datos durante tres días.
La primera imagen de prueba, que mostró muy poco contraste porque el Sol estaba solo a unos 3 grados sobre el horizonte, "se completó 15 minutos después del aterrizaje", declaró la NASA.
Luna 9, diseñada por la oficina OKB 1 de Serguéi Koroliov, tenía al lanzamiento un peso de 1580 kilos. Las sondas de esta serie, cuando se posaban sobre la superficie lunar a unos 15 metros por segundo, eyectaban mecánicamente la carga útil: una esfera rodeada por una bolsa de aire que actuaba como amortiguador del impacto.
Luego la bolsa se desinflaba y se abrían cuatro piezas en forma de pétalos que ponían al descubierto cámaras, antenas y otros instrumentos. La carga útil tenía un peso de 82 kilos.
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