De esta forma, la agencia espacial planea realizar grandes avances en su misión por capturar las primeras imágenes de los polos norte y sur del gran astro.
A pesar de que ya cuenta con la sonda solar Parker, la NASA planea continuar su interminable búsqueda por descubrir los misterios de la gran estrella que ilumina nuestro planeta. La agencia espacial lanzará la misión Solar Orbiter este 7 de febrero para la cual usará una pequeña pero resistente nave exploratoria que se colocará a una distancia cercana del Sol para fotografiar sus polos norte y sur por primera vez.
Según fue explicado en un comunicado publicado en su blog oficial, la NASA tiene diversos objetivos con este nuevo dispositivo. La agencia quiere investigar más acerca del campo magnético solar el cual es tan poderoso que afecta a cuerpos celestes lejanos de nuestro sistema como Plutón. El “viento solar” es provocado por este magnetismo y viaja a través del espacio hasta chocar con la Tierra, causando tormentas de clima espacial que afectan a los GPS y a los astronautas.
La agencia sabe que los recursos que poseen actualmente en la órbita terrestre no son suficientes para poder avanzar con las investigaciones. “Para pronosticar eventos del clima espacial, necesitamos un modelo bastante preciso del campo magnético global del Sol” mencionó Holly Gilbert, científica asignada a esta misión en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
Evidentemente, esta misión podría revelar algunos descubrimientos con los que científicos y astrónomos dieron hace centenas de años. La publicación de la NASA explica que la nave exploratoria develaría el misterio detrás de los ciclos solares -descubiertos en 1843 por el astrónomo alemán Samuel Heinrich Schwabe- y su extraño patrón de 11 años en el que oscila entre máximos y mínimos solares.
De este modo, la NASA prepara su segunda misión espacial en el sistema solar interno tras el lanzamiento de la sonda solar Parker en agosto de 2018. El Solar Orbiter nace fruto de la colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la estadounidense. El cohete que transportará este dispositivo al espacio será lanzado el 7 de febrero.
Se estima que esta nave tendrá una vida útil de 7 años y conseguirá una aproximación de más de 41 millones de kilómetros del gran astro. Solar Orbiter ha sido equipada con un escudo térmico de titanio recubierto con fosfato de calcio, lo que le permitirá resistir temperaturas extremas de más de 900° Fahrenheit. Esto sería el equivalente a 13 veces el calor que una nave órbita terrestre debe aguantar.
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