La agencia espacial busca asegurar las vidas de los astronautas que participaran en esta cruzada ante cualquier emergencia que pueda presentarse.
El regreso del ser humano a la superficie lunar es un acontecimiento que las agencias espaciales del mundo esperan con alta expectativa. Debido a esto, la NASA ha decidido priorizar la vida de las personas que se embarcarán en esta importante encrucijada ante posibles eventualidades.
El pasado 25 de febrero, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio realizó pruebas al motor de control de actitud (ACM, por sus siglas en inglés) que formará parte de la nave espacial Orion, el transporte que llevará a los astronautas de la misión Artemis II de regreso al satélite de la Tierra.
El proceso finalizó exitosamente tras un test de calor extremo que duró 30 segundos, el tercero y último que la NASA aplicó al motor. Este proceso se dio a conocer en un comunicado publicado en la página oficial de la agencia. Adicionalmente, Jim Bridenstine -administrador de la institución- tuiteó sobre el acontecimiento.
“¡Grandes noticias! El sistema de aborto de lanzamiento de la Orion pasó hoy su prueba final de fuego caliente. La seguridad de nuestros astronautas es nuestra primera prioridad y este motor abortado expulsará a la tripulación en caso de emergencia” dijo Bridenstine en su publicación.
Este motor asegurará las vidas de los astronautas de la misión llevándolos a un lugar seguro en caso exista alguna emergencia en el viaje hacia la Luna. Se espera que el programa Artemis lleve a la humanidad de vuelta a la superficie del satélite entre los años 2024 y 2025 para que, posteriormente, los datos sirvan como base para el viaje hacia el destino definitivo entre 2032 y 2035: Marte.
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