Este sería la primera detección de un cuásar altamente oscuro en el universo temprano. De ser cierto, sería el primer registro de este tipo de objetos y podría ayudar a probar teorías de formación y evolución de agujeros negros supermasivos.
(Agencia N+1/ Adrián Díaz) Un equipo de astrónomos acaba de anunciar lo que podría ser la primera detección de un cuásar altamente oscuro en el universo temprano, tan solo cuando este tenía 850 millones de años. De confirmarse, sería el primer registro de este tipo de objetos y podría ayudar a probar teorías de formación y evolución de agujeros negros supermasivos. El estudio fue publicado en Astronomy & Astrophysics Letters.
Los agujeros negros supermasivos, aquellos que tienen entre 109 y 1010 masas solares, crecen típicamente absorbiendo el material de un disco de materia que lo rodea. En aquellos que crecen mucho más rápido, este proceso llega a generar cantidades gigantescas de radiación en una región muy pequeña alrededor del agujero negro, convirtiéndose en una fuente de luz extremadamente brillante que se llama cuásar.
Los cálculos teóricos indican que la mayor parte del crecimiento inicial de los agujeros negros se produce mientras que el agujero negro y el disco están rodeados por una densa nube de gas. A medida que el agujero negro crece, el gas en la nube se consume y el agujero negro y su disco brillante quedan al descubierto.
"Es extraordinariamente difícil encontrar cuásares en esta fase encubierta porque gran parte de su radiación es absorbida y no pueden ser detectados por los instrumentos actuales", dijo Fabio Vito, CAS-CONICYT Fellow en la Universidad Católica de Chile. "Gracias a Chandra y la capacidad de los rayos X para perforar a través de la nube de oscurecimiento, creemos que por fin lo hemos logrado".
El equipo dirigido por Vito anunció el descubrimiento del primer candidato en quásares ocultos en el universo temprano, el cual llamaron PSO 167-13. Inicialmente, el objeto se detectó por PanSTARRS, un telescopio óptico que se encuentra en Hawaii. Estas observaciones y otras resultaron en la detección de casi 200 cuásares que brillan fuertemente cuando el universo tenía menos de mil millones de años, o alrededor del 8% de su edad actual.
Vito confirmó sus observaciones a través del sistema de radiotelescopios ALMA. Posteriormente usó el Telescopio Espacial Hubble y el Observatorio Chandra de rayos X. Luego de varias horas de observación, solo tres fotones de rayos X de alta energía fueron detectados de PSO 167-13. La explicación más probable es que el cuásar esté siendo oscurecido por una densa nube de gas, permitiendo que solo los fotones más energéticos sean detectados.
El año pasado se descubrió lo que hasta el momento era el cuásar más distante jamás descubierto, también en el universo temprano. Estos objetos, junto con los agujeros negros supermasivos que se encuentran en el centro de galaxias, se han convertido en los de mayor atracción en los últimos años.
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