La sonda europea colisionó con el cometa tras una misión espacial de 12 años.
En un final espectacular de su histórica misión, la sonda europea Rosetta se estrelló voluntariamente este viernes en el cometa 67P Churyumov-Gerasimenko, la tumba helada donde descansará tras más de 12 años de odisea espacial.
"Puedo confirmar el descenso completo exitoso", dijo el jefe de la misión Patrick Martin en el centro de control de la Agencia espacial europea (ESA) en Darmstadt, Alemania, al tiempo que anunció el fin definitivo de la misión.
La sonda pionera no estaba concebida para aterrizar, pero los ingenieros de la ESA hicieron todo para que el "impacto controlado" en el cometa, tras descender durante 14 horas desde una altura de 19 km a 3,2 km/hora, fuese lo más "suave" posible.
Eutanasia cósmica. A partir del momento del impacto, la Tierra tuvo que esperar unos 40 minutos para ser informada por ondas de radio por la sonda, que operó en piloto automático antes de apagar para siempre todos sus circuitos.
"Es como una eutanasia cósmica, fue desenchufada", dijo emocionado Roger Bonnet, ex director científico de la ESA cuando se lanzó el proyecto. La sonda utilizó sus últimas fuerzas para acumular la mayor cantidad posible de imágenes y datos científicos de este último viaje.
La mayor parte de los instrumentos de la sonda estuvieron conectados durante las últimas horas. Su meta era tomar imágenes muy cercanas, "aspirar" los gases, medir la temperatura de Churi y su gravedad.
Este final espectacular puso punto final a una misión de más 12 años, coronada con cerca de 26 meses de cercanía fructuosa con el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko -apodado Churi- en su periplo alrededor del Sol. (AFP)
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