La misión de civiles en el espacio de SpaceX, Inspiration4, tuvo un gran problema en órbita: el baño de la cápsula Crew Dragon.
Fue el propio Elon Musk, CEO de SpaceX, quien señaló “este pequeño problema” en el primer vuelo de turismo espacial de la empresa.
Musk dijo que el próximo vuelo tendría "baños mejorados". Añadió: "Tuvimos algunos desafíos en este vuelo".
El multimillonario no dio más detalles sobre cuáles eran estos desafíos o cómo se actualizarían exactamente los inodoros.
Baños mirando al espacio
Jared Isaacman, uno de los pasajeros de Inspiration4, señaló en julio que el inodoro de Crew Dragon estaba ubicado en el techo de la nave espacial y presentaba una cúpula de vidrio, lo que significa que los miembros de la tripulación tenían una vista de 360 grados mientras usaban el baño.
"No es mucha privacidad. Pero tienes este tipo de cortina de privacidad que atraviesa la parte superior de la nave espacial, por lo que puedes separarte de los demás", dijo Isaacman.
Isaacman agregó que aprender a usar el baño en la nave espacial era parte del riguroso entrenamiento previo al vuelo de los astronautas civiles.
Jared Isaacman, de 38 años, es jefe de una empresa de servicios financieros y un piloto experimentado. No ha sido revelado el precio, pero es de suponer que pagó a SpaceX decenas de millones de dólares por esta experiencia.
Isaacman les ofreció tres asientos a desconocidos: Hayley Arceneaux, una asistente médica de 29 años que se convirtió en la estadounidense más joven en ir al espacio; Sian Proctor, una profesora de geografía de 51 años; y Chris Sembroski, de 42 años, exalumno de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
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