La sonda Voyager 1 fue la primera en proporcionar imágenes detalladas de Júpiter y Saturno. En 2012, alcanzó el espacio interestelar y es actualmente la nave más lejana en el universo.
Este 5 de septiembre se cumplen 45 años del lanzamiento por la NASA desde Cabo Cañaveral de la Voyager 1, que se convirtió en 2012 en la primera nave en alcanzar el espacio interestelar.
Primer ingenio espacial capaz de diagnosticar y resolver problemas a bordo, esta sonda robótica de 722 kilos de peso, sigue operativa en la actualidad, prosiguiendo su misión extendida que es localizar y estudiar los límites del sistema solar, incluyendo el cinturón de Kuiper y más allá, así como explorar el espacio interestelar inmediato, hasta su fin de misión que se espera que inicie desde finales de este año.
Cuatro décadas de ciencia
El 25 de agosto de 2012, a 122 unidades astronómicas, la sonda dejó atrás la heliopausa, siendo la primera en alcanzar el espacio interestelar.
Su misión original era visitar Júpiter y Saturno. Fue la primera sonda en proporcionar imágenes detalladas de los satélites de esos planetas.
A una distancia actual de 157 unidades astronómicas del Sol (casi 14.600 millones de kilómetros), según la NASA, es la nave espacial más alejada de la Tierra y la primera en abandonar el Sistema Solar. En diciembre de 2018 fue secundada por su gemela Voyager 2.
A la Voyager 1 le quedan unos 17.700 años aproximadamente para salir de la nube de Oort, una estructura esférica de objetos transneptunianos casi a un año luz del Sol. Entrará en ésta en unos 300 años aproximadamente.
Un récord imbatible por el momento
La Voyager 1 es actualmente el objeto hecho por el humano más alejado de la Tierra, viajando a una velocidad relativa de la Tierra y el Sol mayor que la de ninguna otra sonda espacial. A pesar de que su hermana Voyager 2 fue lanzada 16 días antes, la Voyager 2 nunca rebasará a Voyager 1.
Ni tampoco la misión New Horizons a Plutón y el Cinturón de Kuiper, a pesar de que fue lanzada de la Tierra a una velocidad superior que las dos Voyager, ya que, durante el curso de su viaje, la velocidad de la Voyager 1 fue incrementada debido a tirones gravitacionales asistidos. La actual velocidad de New Horizons es mayor que la del Voyager 1, pero cuando New Horizons llegue a la misma distancia del Sol de la que la Voyager 1 está ahora, la velocidad será de 13 km/s a diferencia de la del Voyager 1 que es de 17 km/s,
Voyager 1 tiene una trayectoria hiperbólica, y ha alcanzado velocidad de escape, lo que significa que su órbita no regresará al sistema solar interior.
Ambas sondas Voyager han sobrepasado su tiempo de vida calculado en un principio. Cada sonda obtiene su energía eléctrica de tres RTG, (generador termoeléctrico de radioisótopos) de los cuales se espera que estén generando suficiente energía para que las sondas estén en comunicación con la Tierra hasta por lo menos el año 2025.
Precisamente, la semana pasada la NASA anunció que sus ingenieros habían solucionado el problema que, a principios de este año, provocó que los datos del sistema de control de actitud se volvieran ilegibles. (Con información de Europa Press)
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