Su construcción termina en septiembre de este año y tendrá 101 metros de altura. Será capaz de tragar 130 toneladas de CO2.
(Agencia N+1 / Daniel Meza) Una espectacular torre que “se come” la contaminación llamada Tao Zhu Yin Yuan está siendo construida en el distrito XinYin en Taipei, Taiwán, y estaría lista tan pronto como el próximo setiembre.
Con sus 101 metros de altura no es precisamente alta en comparación con otros rascacielos de la misma ciudad (la torre Taipei 101 tiene 508 metros). Lo que la hace especial, además de su diseño helicoidal, es que en paredes interiores, exteriores y suelos de sus 40 apartamentos de lujo albergará unos 23.000 árboles y arbustos, la misma cantidad que contiene todo el Central Park en Nueva York.
De acuerdo al diseñador principal, Vincent Callebut, las plantas allí contenidas absorberán 130 toneladas de dióxido de carbono por año, el equivalente de lo que generan 27 autos. La construcción de se inició el 2013 y está previsto verla acabada este año.
Características. Tendrá suelos acristalados y poseerá plantas al interior como ornamenta, piscina, gimnasio y parking subterráneo de varios niveles. De 544.694 pies cuadrados de volumen, estilo doble hélice y un giro de 90 grados desde la base hasta la parte más alta, fue inspirada en una cadena ADN.
Entre otras contribuciones al medio ambiente, integrará un sistema de reciclado de agua de lluvia, ascensores de bajo consumo eléctrico, placas solares y un sistema que permitirá ahorrar energía según el clima.
No es la primera propuesta arquitectónica que “se come” la contaminación. En Milán Italia, otro edificio, llamado Palazzo Italia busca mediante un método distinto purificar el aire. En este caso, la construcción usa sus propios materiales. Toda su fachada, está hecha de una mezcla de concreto y dióxido de titanio que, al hacer contacto con la luz, captura los distintos óxidos de nitrógeno del aire resultando en un tipo de sal que se pega al material y que posteriormente se disuelve con la lluvia.
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