El estudio señala que es posible revivir células muertas y brinda un importante paso en el estudio de la salud.
Científicos han logrado revivir células y órganos de cerdos muertos en un hito científico que abre también una serie de preguntas.
Los investigadores de la Universidad de Yale han logrado restaurar órganos de cerdos que acababan de morir, logrando que sus células puedan volver a funcionar.
Un importante paso
A través de un estudio publicado en la revista Nature, los científicos señalan que es una investigación en fase experimental temprana y está a muchos años atrás de un uso potencial en humanos. Por ejemplo, podría ayudar a prolongar la vida de las personas cuyos corazones han dejado de latir o que han sufrido un derrame cerebral. La tecnología también muestra potencial para cambiar drásticamente la forma en que se recolectan los órganos para trasplantes y aumentar su disponibilidad para los pacientes que los necesitan.
“La desaparición de las células se puede detener”, dijo durante una conferencia de prensa el Dr. Nenad Sestan, profesor de neurociencia en la Facultad de Medicina de Yale y autor de la nueva investigación. "Restauramos algunas funciones de las células en múltiples órganos que deberían haber estado muertos".
Los investigadores de Yale lograron esta hazaña mediante la construcción de un sistema de bombas, sensores y tubos que se conectan a las arterias de los cerdos. También desarrollaron una fórmula con 13 medicamentos que pueden mezclarse con sangre y luego bombearse al sistema cardiovascular de los animales. La investigación se basa en trabajos previos en Yale, que demostraron que algunos daños en las células cerebrales podrían ser reversibles después de que se interrumpiera el flujo sanguíneo. La universidad ha presentado una patente para la nueva tecnología, pero está haciendo que sus métodos y protocolos estén disponibles gratuitamente para uso académico o sin fines de lucro.
El estudio
El estudio llama la atención por las preguntas que deja para su posible uso futuro.
Los científicos provocaron ataques cardíacos en cerdos anesteciados para el estudio del sistema, llamado OrganEX. Los cerdos estuvieron muertos durante una hora, y los investigadores enfriaron sus cuerpos y usaron inhibidores neuronales para asegurarse de que los animales no recuperaran la conciencia durante los experimentos posteriores.
OrganEx restauró la circulación y provocó la reparación de las células dañadas. Por ejemplo, los científicos vieron que las células del corazón se contraían y la actividad eléctrica regresaba. Otros órganos, incluidos los riñones, también mostraron mejoras, dice el estudio.
Durante la experimentación, las cabezas y los cuellos de los cerdos muertos se movían por sus propios medios.
Sam Parnia, de la Escuela de Medicina Grossman de la NYU, dijo que era "un estudio verdaderamente notable e increíblemente significativo".
Mostró que la muerte no era blanco o negro, sino más bien un "proceso biológico que sigue siendo tratable y reversible durante horas después de que ha ocurrido", dijo.
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