Un estudio demuestra que el ser humano reconoce las señales de excitación emocional de otras especies.
(Agencia N+1 / Cristina Ulasovich). Un equipo internacional de científicos ha demostrado que los seres humanos son capaces de reconocer y determinar las señales de excitación emocional de otras especies. El estudio demostró que las personas pueden comprender el lenguaje de anfibios, reptiles y mamíferos casi por igual. De acuerdo a los autores, los resultados indican que existe un mecanismo fundamental que transmite señales emocionales a través de la vocalización, y que esta se presenta como un sistema homólogo compartido entre todos los animales vertebrados. El artículo ha sido publicado en Proceedings of the Royal Society B.
Hace casi 150 años, Charles Darwin, en El origen del hombre, propuso la idea de que los animales expresan las emociones por sonidos (vocalización) desde tiempos antiguos, y algunos estudios previos apoyan su hipótesis. Así, se demostró que el ser humano puede determinar distintos tonos de vocalización emocional (positiva o negativa) producida por infantes, chimpancés (Pan troglodytes), cerdos domésticos (Sus scrofa domesticus), perros (Canis familiaris) y gatos (Felis catus).
La investigación. Lo que es más importante, los perros también tienen esta habilidad tanto en relación con otros de su especie, como con el hombre. La pregunta siguiente era saber si esto se mantiene entre animales más distantes entre sí. Y para descubrirlo, los autores de la nueva investigación estudiaron la habilidad del ser humano para determinar la excitación emocional en las voces no solo de otros mamíferos, sino de anfibios y reptiles.
Los 25 participantes de la investigación (hablantes de inglés, chino y alemán) escucharon las voces de ocho animales: ranas de los bosques (Dendropsophus ebraccatus), aligátor americano (Alligator mississippiensis), carbonero cabecinegro (Poecile atricapillus), cuervo grande (Corvus corax), cerdo doméstico (Sus scrofa domesticus), elefante africano de sabana (Loxodonta africana), panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) y macaco de Gibraltar (Macaca sylvanus). Adicionalmente, se presentaron voces de personas que hablan en idioma tamil. El estudio consistió en ver si los voluntarios podían determinar cuándo los animales, que se encontraban en un estado emocional excitado, expresaban emociones positivas o negativas, como por ejemplo, el miedo.
Excitación emocional en vocalizaciones. La proporción de respuestas acertadas, de entre todas las especies, estuvo por encima del 50%. Las voces más comprensibles para el hombre resultaron ser, además de las de otras personas, las de los pandas gigantes y las ranas del bosque. Las mayores dificultades en la identificación se presentaron en el centro del espectro de las emociones (no especialmente negativas o positivas) y su respectiva vocalización.
Viendo que los resultados eran casi idénticos independientemente de la lengua de los voluntarios, los antropólogos concluyen que la habilidad de reconocer la agitación en la vocalización apareció en una etapa temprana de la evolución y se conservó en las más diversas especies de vertebrados. Esto confirmaría la hipótesis de Darwin sobre la vocalización y su relación con las emociones.
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