La resistencia del enjambre a los fuertes vientos y otros movimientos ha sido motivo de estudio por parte de científicos de Harvard.
Las abejas son los insectos que más priorizan el trabajo en colectividad para poder sobrevivir a los cambios drásticos del clima. Una vez al año, las abejas buscan una nueva casa y para descansar durante el viaje se posan sobre los árboles formando un grupo compacto.
La resistencia del enjambre a los fuertes vientos y otros movimientos ha sido motivo de estudio por parte de científicos de Harvard. Un reportaje de la Deutsche Welle muestra parte de esta investigación.
En un laboratorio, los investigadores construyeron una plataforma móvil de madera para que se posen las abejas y así poder descubrir qué las hace resistir a fuertes movimientos.
Como se observa en las imágenes, el enjambre es sacudido y las abejas en contacto con la tabla resisten mejor las cargas extremas. Los analistas explican que cuando existen fuertes movimientos, estos insectos extienden su enjambre para tener una mejor estabilidad.
Los científicos que estudiaron el movimiento de abejas aisladas, descubrieron que buscan los puntos de mayor carga. Si cada abeja sigue esta norma el enjambre entero se torna más plano y estable y la carga para todas las demás abejas es menor, lo que demuestra la conciencia colectiva que tienen las abejas.
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