A finales de 2016 había aproximadamente 36,7 millones de personas infectadas por el VIH en el mundo.
(Agencia N+1/Hans Huerto). Que el VIH ya no es una sentencia de muerte se sabe hace años: el cumplimiento estricto de un tratamiento con antirretrovirales es capaz de mantener baja la carga vírica de los pacientes seropositivos y de esta manera retrasar indefinidamente el avance del mal.
No obstante, este no es el camino hacia la erradicación de la enfermedad, sino más bien el desarrollo de una vacuna eficaz, según un nuevo comentario del director Anthony S. Fauci, Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID), parte de los Institutos Nacionales de Salud.
Tratamiento del VIH. Así ha ocurrido con otros males. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la inmunización contra enfermedades como el cáncer cervical, la difteria, la hepatitis B, el sarampión, la paroditis, la tos ferina, la neumonía, la poliomielitis, las enfermedades diarreicas por rotavirus, la rubéola y el tétanos previene unos 2 a 3 millones de muertes anuales, pero si se mejorara la cobertura vacunal mundial se podrían evitar otros 1,5 millones.
En teoría, la aplicación efectiva mundial de tratamiento y prevención del VIH podría poner fin a la pandemia. La terapia antirretroviral que suprime el VIH beneficia a la salud de los que viven con el VIH y previene la transmisión viral a sus parejas sexuales VIH-negativas. Además, estrategias como la profilaxis previa a la exposición (PrEP) pueden prevenir con eficacia la adquisición del VIH entre las personas con alto riesgo de infección.
Cifra de afectados. Pero Fauci considera que sin una vacuna el VIH subsistirá: a nivel mundial, más de 17 millones de seropositivos no reciben terapia antirretroviral, pese a que en decenas de países estas drogas son administradas gratuitamente por los gobiernos para mantener a raya el avance del mal.
Esto se agrava por la continua alta tasa de nuevas infecciones, un estimado de 1,8 millones en todo el mundo tan solo en 2016. Los estudios de modelos han sugerido que la amplia dispersión geográfica de las personas, especialmente en ciertas zonas rurales, haría extremadamente difícil llegar a toda la población en riesgo.
Lo que se necesita. Para el científico, una vacuna de VIH modestamente eficaz podría ralentizar sustancialmente la pandemia, sumada a los tratamientos y métodos de prevención actuales. Debido a que el sistema inmunológico tiene una respuesta protectora inadecuada contra el VIH, una vacuna probablemente no será tan efectiva como otras aplicadas en la primera infancia, por ejemplo, pero con una efectividad de al menos un 50%, la pandemia podría ser frenada.
El uso de un fármaco no recetado por médicos, que se vende libremente por Internet, ha sido asociado a la caída de 40% de casos nuevos de VIH entre hombres gay al cierre de 2016, en cuatro clínicas de salud sexual de Londres.
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