Según un estudio, la velocidad a la que se produce la pérdida de hielo "se ha incrementado significativamente en los últimos 30 años".
Los glaciares pierden cada año 335,000 millones de toneladas de hielo, lo que equivale a tres veces el volumen de todo el hielo acumulado en los Alpes, según un estudio que publica este lunes Nature.
Entre 1961 y 2016 de los glaciares de la Tierra han desaparecido más de nueve billones de toneladas de hielo, lo que ha hecho subir el nivel del mar 27 milímetros, agrega el estudio, liderado por la Universidad suiza de Zúrich, que analizó 19 regiones glacializadas.
Para ello, el equipo investigador combinó las clásicas observaciones glaciológicas en el terreno con información procedente de satélites para calcular la pérdida o ganancia de hielo en esas zonas, informó la Agencia Espacial Europea en un comunicado.
Por regiones, las mayores pérdidas se registraron en Alaska, seguida de los glaciares en los márgenes del manto de hielo de Groenlandia y los del sur de los Andes, así como en las regiones árticas canadiense y rusa.
En las zonas templadas, como los Alpes europeos o la cordillera del Caúcaso también se ha registrado esta tendencia de retroceso del hielo, aunque "son demasiado pequeños como para que sus pérdidas contribuyan a la subida del nivel del mar", agrega la nota.
Durante los 55 años analizados, la única región en la que aumentó el hielo fue el suroeste asiático, donde creció 119 gigatoneladas.
"Se pierden 335,000 millones de toneladas de hielo"
El investigador principal del estudio, Michael Zemp, destacó que la velocidad a la que se produce la pérdida de hielo "se ha incrementado significativamente en los últimos 30 años". "En la actualidad, se pierden 335,000 millones de toneladas de hielo al año, lo que equivale a un aumento del nivel del mar de casi un milímetro al año", señaló.
Es decir, explicó: "cada año perdemos tres veces el volumen de todo el hielo acumulado en los Alpes europeos, lo que supone alrededor del 30 % del ritmo actual de subida del nivel del mar".
La desaparición de los glaciares implica menos agua para las personas y para regar los cultivos, así como menos energía hidroeléctrica y también hace subir el nivel del mar.
El asesor superior sobre criosfera y clima de la ESA, Mark Drinkwater, destacó que "las consecuencias socioeconómicas y el destino de los glaciares en un clima futuro son cuestiones que la ESA considera de gran gravedad".
Así consideró "fundamental" que se aprovechen las capacidades de monitorización existentes, pues los datos permitirán "desarrollar una perspectiva clara sobre el clima que nos revele las fluctuaciones regionales y anuales de los glaciares y otros componentes de la criosfera, como la nieve, el hielo marino y el manto de hielo".
EFE
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