El trabajo fue realizado por investigadores de la universidad de Princeton, en Estados Unidos.
(Agencia N+1/ Daniel Meza) Un equipo internacional de científicos demostró que el aparato vocal de los macacos Rhesus es capaz de reproducir con sorprendente precisión los sonidos del habla humana, todo lo contrario a creencias tradicionales reflejadas en la literatura científica del campo. El trabajo que llega a estas conclusiones fue publicado en la revista Science Advances.
Ninguno de los muchos intentos de inculcar a los simios el habla humana ha tenido éxito; incluso simios capaces de aprender el idioma al nivel de un niño de dos años y memorizar hasta cientos de palabras y un nivel de sintaxis básica, solo pueden usar el lenguaje con gestos o teclados especiales en el laboratorio. Todos los intentos de enseñar discursos a los simios acabaron, a lo sumo, en la pronunciación de algunas palabras muy simples.
Creencias descartadas. Tradicionalmente se creía que la razón de esta limitación era la anatomía del tracto vocal de los simios, debido a insuficiencias en los órganos vocales, en específico de la faringe. Esta idea fue una de las más aceptadas en la comunidad científica luego de una serie de artículos publicados en 1969 en Science, donde se analizó las posibilidades fonéticas de los macacos Rhesus. Para llegar a esta idea, los científicos usaron un modelo computarizado del tracto vocal de un macaco, hecho sobre la base de un modelo de yeso del referido conducto. Al ser basado en yeso, dicho modelo no permitió el análisis de la movilidad del tracto real ni mucho menos de la diversidad de formas que este podía tomar en un animal vivo.

El equipo de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, que hizo el presente trabajo, desafió esta creencia indicando que los monos poseen las condiciones fisiológicas necesarias para hablar y sostuvo además que las restricciones de la especie para producir discursos radican exclusivamente en su cerebro.
Ellos usaron clips e imágenes de rayos X de tractos vocales de un macaco cangrejero (Macaca fascicularis) llamado Emiliano. Así, crearon perfiles visuales del tracto vocal de Emiliano entero mientras este hizo varios sonidos y llamados. Adicionalmente, mientras el mono tragaba su comida, los científicos pudieron medir qué tanto el tracto bucal se podía estirar. A partir de 99 configuraciones de tracto básica mapeados, los científicos emularon sonidos y frecuencias que los monos serían capaces de hacer en teoría, y se comparó estos con aquellos hechos por tractos vocales humanos.

Las pruebas. Se logró construir sonidos, en la voz de Emiliano, del tipo de0: “¿Te casarías conmigo?” (Would you marry me?). Se demostró también que Emiliano tenía la capacidad anatómica de formar cinco vocales básicas, sobre las cuales la mayoría de lenguajes humanos está basado. Al reproducir las simulaciones a 10 voluntarios humanos en secuencias, estos reconocieron correctamente 90 a 98 por ciento de ellas, lo que lleva a la conclusión de que si los monos pudiesen reproducir sonidos, los humanos los reconocerían fácilmente.
El problema que hace que los monos no los produzcan, asegura el equipo, es que su cerebro aún no está listo. Esto implica, sugiere el trabajo, que la evolución de la capacidad humana del discurso dependió de cambios neurales más que de modificaciones en la anatomía vocal.
El año pasado, un equipo de primatólogos hizo otro hallazgo importante sobre la evolución del lenguaje de primates. Comprobaron que la formación de las vocalizaciones de los monos tití (marmoset) neonatos dependen de un ambiente social, y no estrictamente congénito, como se creía antes.
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