Una investigación revela que la actividad física aporta beneficios para la salud mental.
(Agencia N+1/Hans Huerto). Entre 2005 y 2015, las personas en el mundo conviviendo con la depresión aumentaron en 18% y este desorden mental es la principal causa de discapacidad a nivel global, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). También según la OMS, la obesidad en todo el mundo se ha más que duplicado desde 1980: en 2014, más de 1,900 millones de adultos (39%), de 18 años y más, tenían sobrepeso. De estos, más de 600 millones eran obesos.
Hoy, un estudio dirigido por el Instituto Black Dog (Australia) de la Universidad del Sur de Gales y publicado en la revista American Journal of Psychiatry revela que la cura a ambos problemas es la misma: una sola hora de ejercicio regular a la semana puede prevenir la depresión. La actividad física contrae estos beneficios para la salud mental visto sin importar la edad o el sexo.
Caso experimental. En el estudio, se analizó la información de 33,908 adultos noruegos, cuyos niveles de ejercicio y síntomas de depresión y ansiedad fueron monitoreados durante 11 años. Los investigadores utilizaron datos del estudio de salud del condado de Nord-Trøndelag (estudio HUNT), una de las encuestas de salud poblacionales más extensas y completas que se hayan llevado a cabo entre enero de 1984 y junio de 1997.
La línea base de referencia se obtuvo al indagar entre población sana de la zona sobre la frecuencia con que practicaban ejercicio y con qué intensidad: sin cansarse ni sudar, sin respiración y sudoración o agotándose. En la etapa de seguimiento, completaron un cuestionario de autoinforme (la Escala de Ansiedad y Depresión del Hospital) para indicar cualquier ansiedad emergente o depresión.
Las conclusiones. En el 12% de casos de depresión esta podría haberse evitado con solo una hora de actividad física cada semana. Los resultados además mostraron que las personas que informaron no hacer ejercicio en absoluto en la línea de base tuvieron un 44% más posibilidades de desarrollar depresión en comparación con aquellos que estaban ejerciendo de una a dos horas a la semana.
El profesor principal del instituto, Samuel Harvey, señala que su equipo aún está tratando de determinar exactamente por qué el ejercicio puede tener este efecto protector, “pero creemos que es a partir del impacto combinado de los diversos beneficios físicos y sociales de la actividad física”.
Los estilos de vida actuales. Integrar el ejercicio en terapias y campañas de salud mental probablemente que traigan substancial física y mental beneficios de la salud. El equipo de investigación también explicó las variables que podrían afectar la asociación entre el ejercicio y la enfermedad mental común. Estos incluyen factores socioeconómicos y demográficos, consumo de sustancias, índice de masa corporal, enfermedad física de aparición reciente y apoyo social percibido.
Sin embargo, estos beneficios no se llevaron a la protección contra la ansiedad, sin ninguna asociación identificada entre el nivel y la intensidad del ejercicio y las posibilidades de desarrollar el trastorno. "La mayoría de los beneficios de salud mental del ejercicio se realizan en la primera hora que se realiza cada semana", dijo el profesor asociado Harvey. "Con los estilos de vida sedentarios convirtiéndose en la norma en todo el mundo, y las tasas de crecimiento de la depresión, estos resultados son particularmente pertinentes, ya que resaltan que incluso pequeños cambios en el estilo de vida pueden cosechar beneficios significativos de salud mental".
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