Físico lograron que un átomo de hidrógeno se una a un espacio vacío. Aunque suene a ciencia ficción, este experimento se basa en las llamadas “moléculas trilobites”.
(Agencia N+1 / Víctor Román) Un equipo de físicos teóricos está buscando como hacer que un átomo de hidrógeno se una a un espacio vacío. Aunque suene a ciencia ficción, este experimento se basa en las llamadas “moléculas trilobites”, la cuales surgen cuando un electrón ejerce una fuerza de atracción débil sobre un átomo neutro de estado fundamental. Los resultados han sido publicados en Physical Review Letters.
Los enlaces químicos normales unen dos átomos, generalmente compartiendo sus electrones. Ahora, los teóricos han descubierto cómo engañar a un solo átomo de hidrógeno para que forme un enlace con la nada, atrayendo el único electrón del átomo a la misma posición y estado como si estuviera en un enlace real.
Estado de Rydberg
Matt Eiles, de Purdue University en West Lafayette, Indiana, y sus colegas fundamentan su experimento en base a una investigación del 2015, el cual vio la creación de enlaces extraños y de gran tamaño en otras moléculas, como el cesio diatómico.
En un cesio diatómico, un átomo de cesio se encuentra en una rara condición llamada estado de Rydberg, el cual permite que su electrón de unión se estire hasta mil veces más de lo normal del otro átomo de cesio, formando esencialmente un enlace de gran tamaño.
Eiles dice que al imitar este estado con un solo átomo de hidrógeno, pueden hacer que este se adhiera a la nada. El truco consiste en exponer el átomo de hidrógeno y su electrón a una serie de delicados campos magnéticos y eléctricos. "Predecimos que vivirá durante varios cientos de microsegundos, o incluso más tiempo en un ambiente frío", dice Eiles.
Sin embargo, su equipo no intentará crear ningún vínculo fantasmal. "Como simples [físicos] teóricos, dejaremos este desafío a los expertos, a los [físicos] experimentales", añade.
Por su parte, Johannes Wilhelm Deiglmayr, del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich, Suiza, y co-líder del equipo que fabricó las inusuales moléculas de cesio, está de acuerdo. "Creo que en realidad podría hacerse", dice a New Scientist. "Sería muy divertido de ver", añade.
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