El rutah y el allang, dos lenguas propias de un puñado de aldeas de las islas Molucas, tan solo cuentan con unos 55 y 70 hablantes.
Al menos 150 lenguas y dialectos de Indonesia se enfrentan a la extinción en un futuro próximo por la pujanza del idioma nacional y el enquistamiento de la pobreza en las áreas rurales de un país que atesora cerca de 800 hablas.
El rutah y el allang, dos lenguas propias de un puñado de aldeas de las islas Molucas, en el noreste de Indonesia, tan solo cuentan con unos 55 y 70 hablantes, respectivamente.
Los expertos creen que sus posibilidades de supervivencia son mínimas, porque la comunidad de usuarios envejece y merma a pasos agigantados, y los jóvenes no aprenden la lengua porque prefieren adoptar otras más extendidas y que perciben como más útiles.
"Tenemos una enorme sensación de urgencia. Estamos viendo cómo desaparecen idiomas a gran velocidad en la última década, cómo sólo en unos años algunas lenguas han empezado a desintegrarse por completo", asegura a Efe el lingüista Uri Tadmor, director del Instituto Max Planck en Yakarta.
"No pensamos en ello, pero la lengua es la base de la cultura. Los poemas, los chistes y los dichos, las canciones y el teatro, todo eso se puede perder aquí en una generación", advierte el entendido.
La pobreza crónica de muchas regiones de Indonesia, un país donde cien millones de personas viven con menos de dos dólares al día, es una de las principales causas del ocaso de tantas hablas en una de las naciones con mayor diversidad lingüística del mundo.
La falta de recursos provoca migraciones masivas del campo a las ciudades, donde se emplea sólo el idioma nacional, el indonesio, y las culturas tradicionales rurales y sus idiomas pasan a percibirse como primitivas.
"El problema no es tanto que un idioma tenga una reducida comunidad de hablantes, eso sucede con cientos de lenguas en Papúa, y casi todas disfrutan de un buen estado de salud, la cuestión es si los jóvenes las están aprendiendo", apunta Uri Tadmor.
El indonesio ha sido tradicionalmente plurilingüe y aprendían su habla local y el indonesio o el malayo, que cumplían el papel de "lingua franca" en el archipiélago.
Sin embargo, esta tendencia ha perdido terreno en los últimos años y el indonesio se ha impuesto de forma mayoritaria en la calle y los medios de comunicación, señala el lingüista.
Ni siquiera el javanés, que cuenta con decenas de millones de hablantes, una larga tradición cultural y un alfabeto propio, se utiliza en periódicos o televisiones.
"A esto hay que sumarle que apenas un diez por ciento de las lenguas de Indonesia tiene escritura, la mayoría son de exclusiva tradición oral, lo que dificulta su estudio y conservación", explica Uri Tadmor.
La mayoría de estos idiomas apenas ha sido analizado por especialistas, sino tan sólo catalogado de forma no muy profesional y con una gran falta de medios.
"Apenas un docena de idiomas en Indonesia tienen una gramática, un diccionario y algunos libros, que son los tres pilares básicos para sustentar una lengua", detalla Uri Tadmor.
El lingüista considera que el Gobierno de Indonesia no hace lo suficiente por la promoción de las lenguas locales.
"Si quieren preservar sus lenguas, tienen que empezar a enseñarlas en las escuelas, pero no en clases de idiomas, sino como herramienta para aprender otras materias", señala el especialista.
"Nosotros los lingüistas tan sólo podemos documentar y echar una mano si alguien nos pide ayuda, pero no podemos imponer el uso o la conservación de una lengua, eso sería adoptar una actitud condescendiente", concluye el director del Instituto Max Planck en Yakarta.
EFE
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