El profesor universitario Jorge Valenzuela señaló que las obras precedentes del premio nobel ´casi lo obligan a terminar este gran proyecto que es Cien Años de Soledad´.
El escritor Jorge Valenzuela, profesor universitario en la UNMSM y USIL, analizó ‘Cien años de Soledad’, la obra cumbre de Gabriel García Márquez, quien falleció ayer jueves a los 87 años de edad.
En diálogo con RPP Noticias, el especialista consideró que esta novela no pudo haber sido gestada sin las obras anteriores del autor, como ‘La Hojarasca’, ‘El coronel no tiene quien le escriba’ o ‘Los funerales de la Mamá Grande’.
“Casi es un supuesto negado. La obra precedente de García Márquez casi obliga a García Márquez a terminar este gran proyecto que es Cien Años de Soledad”, comentó.
“O sea, su obra anterior es toda una preparación para cerrar el ciclo de Macondo, de tal forma que uno ve en Cien Años de Soledad recuperados muchos de los personajes que ya aparecen en sus obras anteriores”, añadió.
Según el experto, escribir una novela como ‘Cien Años de Soledad’ supuso “un esfuerzo monumental” y destacó que se debe rescatar la escritura de esta obra, ya que evidencia la diferencia entre el Realismo Mágico y el Realismo Maravilloso.
“Un mecanismo que es fundamental para entender la dinámica enunciativa de Cien Años de Soledad que es la hipérbole, la exageración, que va de la mano con el humor”, apuntó.
“En el Realismo Maravilloso no hay humor, son universos culturales, marcados por la historia, por el pasado, por la antropología. En cambio, el Realismo Mágico es un Realismo que se instala en lo cotidiano y que explora en el universo doméstico de una manera novedosa”, agregó.
En ese sentido, señaló que García Márquez tuvo la virtud de presentar a sus personajes sobre la base de la exageración. “Todos los personaje de García Márquez tienen virtudes desproporcionadas, son descritos de manera majestuosa, tienen poderes inusitados, pero todo este revestimiento marcado por hipérbole no los convierte en superhombres, sino que casi la hipérbole se convierte en un instrumento que vincula lo ordinario con lo extraordinario”, acotó.
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