El actor manifiesta encontrarse mejor de salud, tras verse afectado por el Síndrome Cordonal Posterior.
Ha pasado un largo tiempo desde que Aristóteles Picho estuvo en la pantalla grande. La última vez que lo vimos en el cine asumió el nombre de Fermín para “Paloma de papel” (2003) de Fabrizio Aguilar.
Ahora, tras una espera de nueve años, y a pesar de una enfermedad que le imposibilita mover sus piernas y brazos con normalidad, el destacado actor presenta un nuevo trabajo que, según nos cuenta, rinde tributo a ese pueblo emergente que ha construido al Perú contemporáneo.
La película “Coliseo”, de Alejandro Rossi Velasco, trae de vuelta a Aristóteles, ahora como don Máximo, un empresario emprendedor, quien, piensa busca derribar una emblemática carpa dedicada a la música folclórica. El filme además presenta a los jóvenes talentos Luis Enrique Gastelú y Noelia Ramírez.
“El cine peruano tuvo gran acogida en los años 80, cuando se empezó a hacer más producciones de manera masiva... Alejandro Rossi cree “Coliseo” va a funcionar, más que como una empresa, como un proyecto emergente. Esta no es una película que tenía un gran presupuesto, pero sí una gran voluntad por crecer, por hacer y porque aparezca”, explica.
-¿Qué puede encontrar el espectador en este filme?
Esta es una película que me trae muy contento. El público tendría que verla porque va a salir contento, feliz. No en un sentido de felicidad banal. El Perú es un país emergente: Eso es la película y don Máximo (su personaje).
-El tráiler advierte que la música es un elemento clave en la película…
Lo es. La gente se divertirá mucho al sentir el calor de los jóvenes bailando Huaylas en coreografías lindas.
-¿Qué impresiones tiene luego de trabajar con actores que están iniciando su carrera?
Es un grupo enorme de jóvenes, eso nos ayuda a nosotros, que ya no somos tan jóvenes, para que podamos participar con muchas ganas, con gran voluntad, con ganas de seguir viviendo.
-¿Su problema de salud le complicó su trabajo?
No. Tuve un problema pero felizmente se está resolviendo con la terapia. El cuerpo se regenera no con facilidad pero sí con mucha voluntad. Estoy mejorando cada día, aprendiendo a caminar nuevamente; y aprendiendo nuevamente a hacer cine.
-Además se encuentra en una obra teatral…
Sí, en “Orestes”, bajo la dirección de Gisela Cárdenas, en el nuevo Teatro de la Universidad Pacífico. Empieza el 6 de octubre y termina en diciembre.
-Usted continúa pese a su enfermedad…
Esto no me imposibilita. Me hace tener muchas ganas. Ahora veo los papeles de manera distinta. Me hace tener mayor esfuerzo y mayor voluntad.
-¿Qué es lo que le han dicho los doctores?
Solo que continúe con la terapia, que es lo único que puede tenerme bien.
-Además de ser un actor dedicado al cine y al teatro, usted trabajó en televisión. ¿Cree que hay un exceso de realitys?
Es cierto. Entretienen al público. No es un documental propiamente lo que se hace, pero se utiliza lo que pasa en el día a día. Creo que es importante también para la televisión, para que se consuman más detergentes, lo cual es bueno para los actores (ríe).
Por Renzo Napa.
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