La escritora peruana Belinda Palacios presenta el primer capítulo de su saga Myra O’Connor, una historia de brujas, amistad y valentía que celebra las tradiciones y la naturaleza. En entrevista con RPP, revela los secretos detrás de esta obra que ya está disponible en las principales librerías del país.
Belinda Palacios cree en la magia. Lo dice con convicción, sin ironías ni reservas. “A mí me hubiera encantado tener poderes. Y si pudiera tener uno, sería cantar”, confiesa entre risas en una entrevista con RPP. Aunque asegura que no puede entonar una nota, su talento se manifiesta en otro tipo de hechizo: la palabra escrita. Con Myra O’Connor y el primer Halloween (Penguin Kids), Palacios da vida a una historia que mezcla mitología, naturaleza y aventura, en un relato que busca recordarnos que los verdaderos poderes no siempre son sobrenaturales.
En un pueblo rural de Irlanda, Myra O'Connor, una niña de diez años, descubre que es una bruja poco antes de partir a Estados Unidos y que está destinada a restaurar la antigua conexión entre la Tierra y el Morgavahr. Con sus poderes emergiendo, Myra descubre que no está sola en este viaje, mientras se enfrenta a sus propios temores y abraza su identidad. Así empieza esta aventura fantástica, que en realidad es solo el inicio de un viaje que promete mucho más.
No hay que tener miedo de proponer emociones fuertes a los niños
Belinda Palacios, escritora
Cuando la magia está en uno mismo
La autora explica que la historia nació de una fascinación temprana por los mundos paralelos. “Me interesa la posibilidad de que haya un mundo más allá del que vivimos y que podamos tener acceso a él”, comenta. Entre sus influencias, cita con entusiasmo la saga La materia oscura de Philip Pullman y el universo de Harry Potter, aunque aclara que su historia busca construir su propio mito: el origen alternativo de Halloween.
La protagonista, Myra O’Connor, es una niña irlandesa con un ojo verde y otro celeste, una diferencia que no solo la distingue físicamente, sino que también simboliza la dualidad de su poder. “Quería que el poder se le leyera en la cara”, explica Palacios. “Esa diferencia la hace sentir insegura, pero al mismo tiempo revela su conexión con los elementos de la naturaleza: el agua, el aire, las plantas”.
Infancia, ingenio y los verdaderos superpoderes
Más allá de los hechizos, Myra O’Connor y el primer Halloween retrata una infancia sin tecnología, donde los niños dependen de su ingenio para sobrevivir. Palacios recuerda que le interesaba explorar “de dónde vienen las cosas y cómo se inventaron”. Por eso, dentro del grupo de huérfanos -los Errabundos- hay una niña inventora, una cocinera ingeniosa y un perro que no puede caminar, pero al que sus amigos construyen una silla de ruedas. “En una comunidad sin adultos, saber cocinar o reparar una estufa también es un superpoder”, dice la autora.
El mensaje, asegura, es claro: todos los niños tienen algo especial. “El trasfondo del libro es aprender a confiar en tus propios poderes. No nacemos con habilidades sobrenaturales, pero sí con otras que pueden llevarnos muy lejos en la vida”.
El valor de hablar de la muerte con los niños
Aunque la historia está dirigida al público infantil, Palacios no rehúye temas complejos como la pérdida y la muerte. “Yo fui una niña muy lectora y leía libros que no estaban adaptados para mi edad”, recuerda. “No hay que tener miedo de proponer emociones fuertes a los niños, porque ellos no tienen ninguna dificultad en entender”.
En su libro, los verdaderos monstruos no son los del inframundo, sino los miedos humanos: quedarse sin padres, pasar hambre, perder el rumbo. “El inframundo, en mi historia, no es un lugar oscuro, sino un sitio de abundancia conectado con el mundo de los vivos. Los verdaderos fantasmas son esos temores que todos compartimos”, explica.
Una historia mágica y personal
La autora, que nació en Lima y desde hace quince años vive en Suiza, reconoce que la figura de Myra O’Connor también refleja su propia experiencia como migrante. “Yo también me fui muy joven de mi país y tuve que aprender a confiar en mí misma otra vez”, cuenta. Mientras escribía la novela, atravesaba un momento difícil en su carrera, y sin darse cuenta, volcó parte de esa vivencia en su protagonista.
“Myra comete errores, pierde la confianza en sus poderes, y al final debe volver a creer en sí misma. Me di cuenta, revisando el libro, de que en realidad me estaba hablando a mí misma: no importa si fallas, hay que volver a intentarlo”, confiesa.
Una mitología inspirada en lo cotidiano
Aunque el universo de Myra O’Connor parece poblado por brujas y criaturas antiguas, Palacios asegura que mucho de lo fantástico proviene de su entorno real. Vive en un pequeño pueblo de los Alpes suizos, rodeada de bosques y montañas. “Suena muy imaginativo, pero en verdad estoy describiendo lo que veo todos los días”, dice. “Es mirar la realidad con ojos maravillados, algo que tiene mucho que ver con la mirada infantil”.
El proceso de creación del libro también incluyó un trabajo cercano con el ilustrador Tomás, quien dio forma al universo visual de la saga. “Nos reuníamos cada semana. Él me mostraba sus bocetos, y a veces sus ideas me hacían cambiar partes del texto. Fue un trabajo conjunto, una experiencia muy bonita”, recuerda.
El inicio de una saga mágica
Más allá de la fantasía, Myra O’Connor y el primer Halloween es una historia sobre la amistad, la empatía y la relación con la naturaleza. “Quería transmitir la importancia de respetar el equilibrio natural. La naturaleza puede ser abundante y generosa, pero solo si la cuidamos”, afirma Palacios. En el grupo de niños errabundos hay espacio para todos: una niña que no habla, un perro que no puede caminar, un hermano que protege sin condiciones. “Hay valores como el compañerismo, el amor, la inclusión. Quería que los lectores se quedaran con eso”, agrega.
El libro marca el comienzo de una saga literaria. Palacios adelanta que la historia continuará en Nueva York, donde Myra deberá descubrir por qué se ha roto la conexión con el mundo mágico. “El primer libro cierra con un cliffhanger. Algo ha pasado y hay que descubrirlo en la siguiente página”, revela con entusiasmo.
Y aunque no pueda volar, como lo soñaba cuando era niña, ni lanzar hechizos, Belinda Palacios confía en otro tipo de magia: la de crear mundos con palabras. “Yo sí creo en la magia -dice con una sonrisa-. De alguna manera tengo una vida mágica, donde muchas cosas son posibles. Escribir, al final, es mi forma de acercarme a ella".
Los lectores ya pueden descubrir la magia de Myra O’Connor en las principales librerías del país.Fuente: Penguin Kids