En breves 60 páginas el lector asiste a un viejo cine en el que expectará una filmografía narrada a blanco y negro
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"Con la sensibilidad de un fotógrafo de cine, que sabe en qué secuencia de la película se necesita gotas de luz, y en qué secuencia relámpagos, Alberto Schroth Prilika ha logrado que Sala de montaje, su primer libro de poemas, discurra como si se tratase de la visita a un hotel antiguo y sin nombre; un hotel con algo de palacio gótico, con algo de escenario de crimen irresuelto. Cada poema, que se abre como la puerta de una habitación, ofrece brillos de bronce, velas que vibran ajenas a cualquier viento, sombras elásticas de gatos que luchan por representar justo eso que no se puede representar. («En la espalda de un gato / acaba de inventarse la noche»). Y todo parece obsequiar una promesa de vértigo, deseo y vacío; una promesa de redención. Al final, son los ojos del lector los que editan la película; los que reúnen escenas inconexas apenas entrevistas desde los umbrales de los cuartos; los que logran, transcurrido todo sobresalto, salir con vida".
La presentación del libro, opera prima del Alberto Schroth Prilika, corresponde a Diego Otero quien captó la intención que el autor quiere proyectar a sus lectores.
Schroth simula en su libro la asistencia a un viejo cinema en el que se ordena una breve filmografía de tres etapas: «Sala de cine», «Siluetas de gato» y «De técnica mixta». Los versos (o encuadres), narran a blanco y negro desde el claro oscuro esas historias.
Sala de Montaje pertenece a