Varios manuscritos del escritor que llevaban más de cincuenta años custodiados en las cajas fuertes han sido exhumados en medio de un enfrentamiento judicial.
Varios manuscritos y dibujos del escritor checo Franz Kafka que llevaban más de cincuenta años custodiados en las cajas fuertes del banco suizo UBS en Zúrich, han sido exhumados en medio del enfrentamiento judicial por su pertenencia entre sus herederas y el Estado de Israel, informó hoy la prensa suiza.
Según el diario "Tribune de Genève", la apertura de las cajas fuertes se produjo ayer en pleno litigio para dirimir quién debe heredar los documentos, si las autoridades israelíes o las herederas designadas por un amigo del autor, Max Brod.
A pesar de que Kafka (1883-1924) pidió a Brod que se deshiciese de los manuscritos, éste no cumplió su deseo y se los llevó con él cuando se fue a Israel en 1939 huyendo del nazismo.
Posteriormente, el amigo del autor de "La Metamorfosis" legó estos manuscritos y dibujos a su secretaria, Esther Hoffe, quien, a su muerte, delegó en sus hijas la posesión de la inédita obra.
Éstas iniciaron hace tres años un proceso judicial para que las autoridades israelíes confirmasen la validez de la herencia; sin embargo, el Estado de Israel, que custodió hasta ayer parte de los documentos en dos bancos de Tel Aviv, se considera legítimo heredero de la obra alegando que se sacaron del país de forma clandestina.
Después de más de cincuenta años sin ver la luz, los documentos del escritor checo fueron exhumados ayer en dos operaciones casi simultáneas en un banco de Zúrich y dos entidades de Tel Aviv por orden de un tribunal de Israel.
El director de la Biblioteca Nacional de Israel en Jerusalén, Shmuel Har Noi, citado por el diario suizo "Neue Zürcher Zeitung", afirmó que quiere aprovechar la ocasión "para recuperar los textos de Kafka".
EFE
Según el diario "Tribune de Genève", la apertura de las cajas fuertes se produjo ayer en pleno litigio para dirimir quién debe heredar los documentos, si las autoridades israelíes o las herederas designadas por un amigo del autor, Max Brod.
A pesar de que Kafka (1883-1924) pidió a Brod que se deshiciese de los manuscritos, éste no cumplió su deseo y se los llevó con él cuando se fue a Israel en 1939 huyendo del nazismo.
Posteriormente, el amigo del autor de "La Metamorfosis" legó estos manuscritos y dibujos a su secretaria, Esther Hoffe, quien, a su muerte, delegó en sus hijas la posesión de la inédita obra.
Éstas iniciaron hace tres años un proceso judicial para que las autoridades israelíes confirmasen la validez de la herencia; sin embargo, el Estado de Israel, que custodió hasta ayer parte de los documentos en dos bancos de Tel Aviv, se considera legítimo heredero de la obra alegando que se sacaron del país de forma clandestina.
Después de más de cincuenta años sin ver la luz, los documentos del escritor checo fueron exhumados ayer en dos operaciones casi simultáneas en un banco de Zúrich y dos entidades de Tel Aviv por orden de un tribunal de Israel.
El director de la Biblioteca Nacional de Israel en Jerusalén, Shmuel Har Noi, citado por el diario suizo "Neue Zürcher Zeitung", afirmó que quiere aprovechar la ocasión "para recuperar los textos de Kafka".
EFE
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