Sus novelas más importantes son recuperaciones de la historia de Alemania desde la perspectiva del presente.
El Premio Nobel de Literatura y Príncipe de Asturias de las Letras de 1999, Günter Grass, fallecido este lunes, encarnó en su obra, desde sus primeros poemas y obras de teatro hasta sus últimas obras autobiográficas, como pocos otros las contradicciones de la historia alemana.
Sus novelas más importantes, desde "El tambor de hojalata" hasta "A paso de cangrejo" (2002), pasando por "Encuentro en Telga" (1979) y "Es cuento largo" (1995) son recuperaciones de la historia de Alemania desde la perspectiva del presente.
Tras enterarse de que se le había concedido el Príncipe de Asturias de las Letras en 1999, el escritor sostuvo que la buena recepción que había tenido su obra se debía a que había logrado producir una novela típica de cada década.
Así, según Grass, "El rodaballo" (1977) -con el planteamiento del problema del hambre- habría sido una novela típica de los setenta, "La ratesa" (1986) -con su trasfondo ecológico- una novela representativa de los ochenta y "Es cuento largo" (1995) -centrada en la reunificación alemana- una obra reflejo de los noventa.
Después vendrían "A paso de cangrejo" (2002), novela breve en la que rompió un tabú de la izquierda al hablar del sufrimiento alemán en la guerra, lo que ayudó a romper el silencio guardado por muchos sobre ese asunto, y "Pelando la cebolla" (2006), con todas las polémicas paralelas.
"Pelando la cebolla" abrió un ciclo autobiográfico completado por "Die Box" ("La caja", 2008) y "Grimm Wörter" ("Palabras de Grimm", 2010).
"La caja" está dedicada a la fotógrafa Maria Rama -muerta en 1977-, presunta propietaria de una cámara mágica que se volvió loca durante la guerra al ser la única superviviente de un taller de fotografía después de un bombardeo y empezó a fotografiar cosas que no existían o habían dejado de existir.
El libro es una historia de familia, donde Grass cuenta sus vivencias como padre, pero no es solamente eso, sino que además es una reflexión estética.
Además, están sus obras de teatro -hoy poco representadas- entre las que destaca "Los plebeyos ensayan la rebelión", un curioso homenaje a Bertolt Brecht que suscitó en su momento las iras de la viuda del dramaturgo, Helene Weigel.
En esa obra, Grass ponía a Brecht a dudar del socialismo tras la violenta represión perpetrada por el régimen estalinista contra una revuelta de trabajadores el 17 de junio de 1953.
EFE
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