El hallazgo se registró en mayo de este año en esa zona arqueológica y confirma la alianza bélica que existía entre los gobernantes de Copán y el de Palenque.
Investigadores mexicanos encontraron en la zona arqueológica de Toniná, en el estado de Chiapas, dos esculturas de piedra de más de 1.300 años, que representan a dos guerreros prisioneros y que ilustran sobre las guerras entre los señoríos mayas de Toniná y de Palenque, informaron hoy fuentes oficiales.
Los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) precisaron que el hallazgo se registró en mayo de este año en esa zona arqueológica, ubicada en el municipio de Ocosingo, y confirma la alianza bélica que existía entre los gobernantes de Copán, en Honduras, y el de Palenque, cercano a Ocosingo, en Chiapas.
El responsable del proyecto arqueológico de Toniná, Juan Yadeun, explicó que además fueron hallados dos tableros que eran marcadores de un juego de pelota en uno de los extremos de la cancha.
"Todas las piezas se encontraron rotas, los dos tableros en más de 30 fragmentos, una de las esculturas en más de 20 partes y sin cabeza, y la otra se encontró completa", detalló el especialista.
El arqueólogo explicó que los nuevos hallazgos dan información de las batallas en Toniná hace más de 1.000 años.
Yadeun dijo que los prisioneros y las demás piezas ofrecen información sobre una guerra que se prolongó unos 26 años entre Palenque, aliada con Copán, en contra de Toniná por el control de las aguas del río Usumacinta.
El experto indicó que los dos guerreros prisioneros fueron expuestos en vida en los extremos de la cancha donde más tarde fueron colocadas sus figuras en piedra, de 1,5 metros, para dejar testimonio que el señor de Toniná había ganado la guerra a Palenque y Copán.
Las esculturas tienen inscripciones en el pecho y en el taparrabo sobre su pertenencia a un señor de Copán que existió entre los años 680 y 800 de nuestra era.
Agregó que las inscripciones muestran que los cautivos "fueron ofrendados con fuego y humo de copal durante una celebración en la cancha del juego de pelota" aproximadamente en el año 695 y probablemente los prisioneros sacrificados para reinaugurar la cancha.
El arqueólogo explicó que la escultura que se halló casi completa "representa a un individuo semidesnudo que porta bandas de tela en las orejas, elemento característico de los prisioneros, que eran despojados de sus orejeras".
Añadió que ahí se muestra el cabello recogido con fines rituales, "pues era costumbre entre los mayas recoger el pelo del prisionero antes de su decapitación".
Según las inscripciones entre los años 688 y 714 hubo diversas batallas entre Toniná y Palenque por el control de las aguas en la región.
Explicó que en 688 el señor de Toniná fue capturado y probablemente asesinado por sus adversarios, por lo que ante "esta catástrofe hubo cambios en la cosmovisión e ideología de los habitantes de Toniná" y destruyeron la iconografía en la cancha de pelota.
Años después un nuevo señor de Toniná hizo frente a los adversarios de Palenque y tomó prisioneros a varios de sus aliados, y a partir de entonces se dedicó la cancha del juego de pelota para conmemorar las batallas y victorias obtenidas sobre sus enemigos.
"En esta segunda etapa del juego de pelota se crearon nuevos marcadores, que corresponden a los dos tableros que se acaban de encontrar en estas excavaciones", indicó el investigador.
EFE
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