Una composición de 84 compases y apenas tres minutos se ha sumado al historial del músico.
Más de dos siglos después de su muerte el legado de Wolfgang Amadeus Mozart sigue creciendo. El último añadido es un "Allegro molto" para piano compuesto por el genio a los once años e interpretado en Salzburgo, la ciudad que lo vio nacer y de la que se marchó para crecer como artista.
La composición de 84 compases y apenas unos tres minutos fue descubierta a principios de marzo en un golpe de suerte por la musicóloga Hildegard Herrmann-Schneider en un desván en el Tirol, incluida en un libro de partituras, cuando investigaba para documentar fuentes musicales antiguas de la región.
"Tenemos muchas obras de sus años infantiles y también sonatas más elaboradas de su adolescencia. Por eso, esta partitura es particularmente importante, porque supone un punto de unión entre sus primeros años y la adolescencia", explicó a Efe el director del Mozarteum, Ulrich Leisinger.
El primer concierto para piano (IK175) del niño prodigio data de 1773, por lo que la pieza encontrada demuestra "un alto nivel técnico para alguien tan joven", según Leisinger, lo que no es una sorpresa si se conoce la trayectoria del genio.
Los expertos sitúan la fecha de composición de esta pieza en 1767, cuando Mozart (1756-1791) tenía once años, y la transcribió un joven estudiante de música identificado como Johannes Reiserer alrededor de 1780 en un libro de partituras con el que ensayaba.
En ese libro de partituras de 160 páginas y cuidadosamente anotado se encontraba la obra inédita del joven genio, atribuida al "Signore Giovane Wolfgango Mozart".
Para los especialistas, las partituras eran utilizadas bajo la supervisión de un profesor de música, lo que refuerza el origen mozartiano de la pieza, ya que el resto de las obras anotadas con precisión existen, incluso un gran número atribuidas al padre del genio, Leopold, a quien se presenta como "Signore Mozart".
"No creo que haya ningún argumento en contra de que pueda atribuirse a Mozart", subrayó la descubridora de la pieza, que destacó el hecho excepcional de revelar una obra inédita del músico.
Leisinger se mostró más cauto al aducir que no hay certezas absolutas, ya que la pieza no fue manuscrita por Mozart, lo que hubiera ayudado a verificar el origen, pero que todos los indicios apuntaban a una autoría del creador de "La flauta mágica".
En cualquier caso, la obra se ajusta estilísticamente a lo que se conoce de su época precoz, y fue manuscrita por alguien cercano al círculo familiar, lo que refuerza los argumentos a favor de la autoría, subrayó Leisinger.
El colofón de la presentación llegó con la interpretación de la pieza por el músico Florian Birsak en el pianoforte de la propia familia Mozart, en la casa de Salzburgo en la que vivió de joven hasta 1780, y hoy uno de los museos más visitados de la ciudad.
La adscripción de la autoría se hizo sin esperar a que la obra sea integrada en el Índice Köchel (IK), que enumera las casi 700 composiciones que Mozart creó en sus 35 años de vida. La partitura original descubierta se guardará en un museo regional del Tirol.
En los últimos años se han habido otros descubrimientos de obras del autor de "Las Bodas de Fígaro".
Así, en 2009 la fundación Mozarteum revisó la autoría de dos composiciones de 1763-64, consideradas hasta entonces anónimas, y que fueron producto del niño prodigio, que las compuso cuando contaba con entre 7 y 8 años.
En 2006 otra pieza se halló en el archivo de la oficina episcopal de Salzburgo y se atribuyó al joven Mozart cuando tenía entre seis y diez años de edad.
EFE
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