Siempre repeinado y con un cigarrillo apoyado en la comisura de los labios, Albert Camus fue uno de los intelectuales más influyentes de su generación.
Un día como hoy, la literatura perdió a uno de los escritores más influyentes del siglo XX, Albert Camus, cuya obra fue reconocida con el Premio Nobel en 1957, tres años antes de que el autor de "El extranjero" o "La peste" falleciera cuando se encontraba en la cumbre de su carrera.
Su vida se apagó el 4 de enero de 1960 en un trágico accidente de tráfico, al estrellarse a 180 kilómetros por hora el Facel-Véga en el que viajaba como copiloto desde el sur de Francia hacia París.
Albert Camus (1913, Mondovi -actual Drean- Argelia) nació hace un siglo en el seno de una familia muy humilde de colonos franceses.
Con 29 años publicó "El Extranjero", su novela más aplaudida y una reflexión en primera persona del singular sobre las consecuencias morales del asesinato y la indiferencia ante la muerte, que arranca con las indolentes frases: "Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé".
En los años siguientes escribió la obra de teatro "El Malentendido" y el ensayo "El Mito de Sísifo" que, junto con "Calígula", abundan sobre la "filosofía del absurdo".
Siempre repeinado y con un cigarrillo apoyado en la comisura de los labios, el llamado "Humphrey Bogart de la literatura" trabó amistad con el filósofo Jean-Paul Sartre en 1943, y mantuvo con él una relación de diez años que, tras la publicación del artículo "Les Temps Modernes", desembocaría en una agria batalla filosófica con marcado trasfondo político.
Aunque ambos pensadores se reivindicaban de izquierdas, Sartre defendía la violencia para alcanzar la revolución social mientras que Camus, acusado de estático, entendía que el fin no justifica los medios.
Recordemos en esta galería cinco de las mejores frases del escritor francés.
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