El escritor peruano prepara próxima publicación para el 2010 que lleva como titulo tentativo ´El sueño del celta´
El peruano Mario Vargas Llosa prepara a los 73 años una novela sobre un aventurero a caballo entre varios continentes sin dejar de cultivar la curiosidad y el compromiso que jalonan su vida.
"Me fascinó mucho la vida tan diversa, aventurera" del norirlandés Roger Casement (1864-1916), diplomático británico que denunció los abusos durante la colonización en el Congo belga y la Amazonía, que más tarde defendió la independencia de Irlanda y fue condenado a muerte, relató en una entrevista.
"El sueño del celta", título probable del libro que podría terminar en 2010, es "una novela inspirada en hechos históricos" que sigue la trayectoria del irlandés, un "anticolonialista" y "gran luchador por los derechos humanos" que "se adelantó muchísimo a su tiempo", define Vargas Llosa, que descubrió a su protagonista en una biografía del polaco-británico Joseph Conrad.
Como emulando a Casement, en los dos años que lleva inmerso en el proyecto ha viajado al Congo (la actual República Democrática del Congo, RDC) hace un año y a Irlanda del Norte el mes pasado.
"Es una investigación de novelista para familiarizarme con los ambientes, los paisajes, las sociedades que voy a inventar (...) pero a la hora de escribir lo hago con muchísima libertad", describe en su casa del centro de Madrid, donde vive durante la mitad del año desde hace unos 10 años. El proyecto le tiene "muy ilusionado".
"Al principio los libros me cuestan mucho trabajo y paso siempre algún período difícil, pero si avanzo, si persevero, llega un momento en que el trabajo ya comienza a ser muy estimulante", confiesa.
Aunque el libro le lleva actualmente la mayor parte de su tiempo, ésta no es la única actividad del multipremiado escritor, candidato desde hace años al Nobel, que hace dos semanas recibió el Caballero Bonald y a finales de mes será galardonado con el Premio Internacional Don Quijote de La Mancha.
Hace un año presentó un ensayo sobre Juan Carlos Onetti y hace tres semanas "Sables y utopías", recopilación de artículos sobre América Latina; después de Irlanda ha estado en Lanzarote visitando al Nobel José Saramago.
Y además de escribir artículos de actualidad, no descarta volver al teatro, que le ha llevado tres veces a los escenarios, mientras tiene en su agenda un semestre de clases en la Universidad de Princeton (Estados Unidos) en 2010.
"Un escritor debe procurar no volverse una estatua nunca, debe mantenerse vivo hasta el final y para eso creo que es importante mantener la curiosidad", estima.
La cantidad de proyectos y la edad le obligan a priorizar: "Eso lo viven (...) todos los seres humanos: las posibilidades se van cerrando siempre con los años, pero lo que es importante" es "tener siempre proyectos en perspectiva".
"Nunca me gustó la idea del escritor completamente confinado en su biblioteca (...) yo necesito por lo menos tener un pie en la calle y saber qué es lo que ocurre fuera, y por eso hago periodismo", explica.
Para este arequipeño que ha evolucionado desde las posiciones de izquierda de su juventud a las liberales, "la literatura es también una manera de participar en la sociedad".
"Cuando yo empecé a escribir la idea era que los escritores tenían la obligación moral, más que política, de participar en la vida cívica, y la verdad es que aunque he cambiado en muchas cosas, en eso creo que sigo bastante fiel", asegura Vargas Llosa, que fue candidato a la presidencia peruana en 1990.
El autor de "La ciudad y los perros" adereza su "vocación" con perseverancia y afán de superación, aunque dice no ser vanidoso. "Hay que tener una sensibilidad, una vocación, pero todo eso sin un trabajo, sin una perseverancia, sin una disciplina, no sirve para nada", considera.
Además "es indispensable tener ambición, proyectar cosas que superen lo que uno ya ha hecho, no repetirse". "Explorar posibilidades nuevas es una manera de renovarse, de mantener un espíritu joven (...) un esfuerzo constante de superación".
AFP
"Me fascinó mucho la vida tan diversa, aventurera" del norirlandés Roger Casement (1864-1916), diplomático británico que denunció los abusos durante la colonización en el Congo belga y la Amazonía, que más tarde defendió la independencia de Irlanda y fue condenado a muerte, relató en una entrevista.
"El sueño del celta", título probable del libro que podría terminar en 2010, es "una novela inspirada en hechos históricos" que sigue la trayectoria del irlandés, un "anticolonialista" y "gran luchador por los derechos humanos" que "se adelantó muchísimo a su tiempo", define Vargas Llosa, que descubrió a su protagonista en una biografía del polaco-británico Joseph Conrad.
Como emulando a Casement, en los dos años que lleva inmerso en el proyecto ha viajado al Congo (la actual República Democrática del Congo, RDC) hace un año y a Irlanda del Norte el mes pasado.
"Es una investigación de novelista para familiarizarme con los ambientes, los paisajes, las sociedades que voy a inventar (...) pero a la hora de escribir lo hago con muchísima libertad", describe en su casa del centro de Madrid, donde vive durante la mitad del año desde hace unos 10 años. El proyecto le tiene "muy ilusionado".
"Al principio los libros me cuestan mucho trabajo y paso siempre algún período difícil, pero si avanzo, si persevero, llega un momento en que el trabajo ya comienza a ser muy estimulante", confiesa.
Aunque el libro le lleva actualmente la mayor parte de su tiempo, ésta no es la única actividad del multipremiado escritor, candidato desde hace años al Nobel, que hace dos semanas recibió el Caballero Bonald y a finales de mes será galardonado con el Premio Internacional Don Quijote de La Mancha.
Hace un año presentó un ensayo sobre Juan Carlos Onetti y hace tres semanas "Sables y utopías", recopilación de artículos sobre América Latina; después de Irlanda ha estado en Lanzarote visitando al Nobel José Saramago.
Y además de escribir artículos de actualidad, no descarta volver al teatro, que le ha llevado tres veces a los escenarios, mientras tiene en su agenda un semestre de clases en la Universidad de Princeton (Estados Unidos) en 2010.
"Un escritor debe procurar no volverse una estatua nunca, debe mantenerse vivo hasta el final y para eso creo que es importante mantener la curiosidad", estima.
La cantidad de proyectos y la edad le obligan a priorizar: "Eso lo viven (...) todos los seres humanos: las posibilidades se van cerrando siempre con los años, pero lo que es importante" es "tener siempre proyectos en perspectiva".
"Nunca me gustó la idea del escritor completamente confinado en su biblioteca (...) yo necesito por lo menos tener un pie en la calle y saber qué es lo que ocurre fuera, y por eso hago periodismo", explica.
Para este arequipeño que ha evolucionado desde las posiciones de izquierda de su juventud a las liberales, "la literatura es también una manera de participar en la sociedad".
"Cuando yo empecé a escribir la idea era que los escritores tenían la obligación moral, más que política, de participar en la vida cívica, y la verdad es que aunque he cambiado en muchas cosas, en eso creo que sigo bastante fiel", asegura Vargas Llosa, que fue candidato a la presidencia peruana en 1990.
El autor de "La ciudad y los perros" adereza su "vocación" con perseverancia y afán de superación, aunque dice no ser vanidoso. "Hay que tener una sensibilidad, una vocación, pero todo eso sin un trabajo, sin una perseverancia, sin una disciplina, no sirve para nada", considera.
Además "es indispensable tener ambición, proyectar cosas que superen lo que uno ya ha hecho, no repetirse". "Explorar posibilidades nuevas es una manera de renovarse, de mantener un espíritu joven (...) un esfuerzo constante de superación".
AFP
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