El Nobel peruano, Mario Vargas Llosa, plasmará sus impresiones sobre el conflicto entre Israel y Palestina en un libro por los 50 años de la ocupación.
El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa regresó a Israel y Palestina para contemplar de primera mano los efectos de casi 50 años de ocupación israelí, impresiones que compartirá el próximo año junto a otros autores en un libro que conmemorará ese aniversario.
Mundo fantasmal. "La ciudad vieja sigue siendo un mundo fantasmal, sin alma, sin gente, donde hay más prohibiciones que personas. Es un espectáculo muy doloroso y creo que es un símbolo de lo que significa la ocupación, todo el drama que hay allí, el sufrimiento humano".
¿Uno o dos estados? "Ha sido interesante ver cómo entre mis amigos israelíes hay un gran debate sobre si todavía es válida la idea de los dos estados, de la partición del mundo ocupado e Israel en dos estados soberanos, o si ya no es posible y toca 'resucitar' la idea de un estado binacional. Hemos vivido en una época en la que hemos visto cosas que parecían inverosímiles (...) también es posible que Israel resuelva sus problemas, cambie sus políticas y adopte unas que sean más realistas y le garanticen un futuro mejor que el que creo les significarán las políticas actuales si persiste en ellas", dijo.
El rumbo de Israel. "Pero en este momento, para qué vamos a engañarnos, la situación es muy difícil y da la impresión de que Israel está orientado en una dirección de la que no puede resultar nada bueno ni para él ni para la región. Las cosas que admiraba de Israel las sigo admirando, como su capacidad para el desarrollo económico y la integración".
Crítico del gobierno "Hay mucho desánimo en las filas (de la izquierda isarelí) y el país se ha vuelto mucho más conservador, reaccionario. Creo que hay que usar la palabra en este caso. Y creo que ese cambio de mentalidad y de opinión está representado en el Gobierno presente. Hace 30 años hubiera sido inconcebible un gobierno de esta índole (nacionalista y ultraortodoxo) en Israel. Hay una política claramente colonialista, prepotente, que está provocado muchísimo sufrimiento y que yo creo que puede ser peligrosa y grave para el futuro de Israel".
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