El turismo se ha convertido en la "industria sin chimeneas" y la principal actividad económica de Iquitos. Conoce parte de su historia en estos museos.
La capital de la Amazonía peruana goza hoy en día de un auge turístico que ha sido promovido en las últimas décadas. Esto la ha convertido en parada obligatorio para todos los viajeros que gustan de conocer la Selva, encontrarse con la naturaleza, navegar en el río más caudaloso del mundo, entrar en contacto con una impresionante cantidad de flora y fauna; pero además, probar una de las comidas exóticas más deliciosas del planeta.
RPP Noticias visitó Iquitos para conocer de cerca sus principales atractivos. Y durante su recorrido, no solo nos encontramos con la naturaleza, sino también con su historia. Dos paradas que todo turista debe tomar en cuenta son El Museo de las Culturas Indígenas Amazónicas y el Museo Barco ‘Ayapua’.
Antes de hablar de estos dos lugares en los que la historia de Iquitos se expone, es necesario hacer una mención especial a su principal gestor: el Dr. Richard Bodmer.
Gracias a él, existe el Museo de Culturas Indígenas Amazónicas, que fue fundado en 2014 y alberga la colección personal de Bodmer compuesta de artículos confeccionados con plumas, madera, fibras y huesos, como utensilios de uso diario, armas de defensa, de caza, de pesca, instrumentos musicales, muebles y demás enseres de las principales tribus de la cuenca del Amazonas.
A cinco minutos de este lugar, a orillas del río Itaya, se encuentra otro museo, aunque para ingresar a éste es necesario estar a bordo. Se trata del Barco-Museo ‘Ayapua’, construído en 1906 en Hamburgo, Alemania; y que por sus tres cubiertas lleva al visitante sobre la época de la Fiebre del Caucho que se vivió entre 1879 y 1912.
“El Museo cuenta con tres cubiertas e información de cómo fue la época del caucho, los primeros barcos a vapor, la historia de la ciudad de Iquitos, expansión demográfica, además de documentales acerca de la reserva Pacaya Samiria, y mucho más”, contó Michael Curico, guía del Museo-Barco ‘Ayapua’.
Parte de la historia Republicana de Iquitos se ve reflejada en este museo, donde se presentan maquetas, documentales y réplicas de barcos a vapor que eran utilizados para transportar caucho desde la selva peruana y brasilera, hasta Europa.
Lamentablemente, esta actividad pujante fue realizada a costa de la vida de 50 mil indígenas, quienes murieron producto de los abusos de sus empleadores.
“Muchos de los indígenas que ahora están alejados o no contactados, es porque recuerdan los abusos que se cometieron en la época de la Fiebre del Caucho, y no quieren tener contacto con la civilización”, agrega Curico.
Iquitos ha demostrado que puede hacer industria sin necesidad de atentar contra sus recursos. Pese a ser una ciudad que arrastra el fantasma de la explotación, su gente nos dio una lección de cómo amar, respetar y promover su principales atractivos.
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