El veterano periodista reflexiona sobre el cáncer, las redes sociales, el periodismo, Netflix, la sociedad moderna y demás, a pocos días de su espectáculo "Tu amor es mi enfermedad".
Llegó a los cuatro años a nuestro país, procedente de Bilbao (España) en 1951. 'Chema' Salcedo es un vasco de corazón peruano. En su casa tiene una camiseta autografiada del Athletic de Bilbao (el equipo del cual es hincha), pero también una casaca de Los Shapis. Tiene fotografías de la Guerra Civil Española, pero ha dirigido dos documentales sobre la cultura amazónica. Critica las redes sociales, pero tiene un teléfono inteligente de gama alta. No escucha nueva música, pero cree que Netflix es una maravilla. Así es 'Chema' Salcedo. El periodista que venció el cáncer y que trasladará esa experiencia con humor al espectáculo "Tu amor es mi enfermedad" este 6, 7 y 8 de diciembre en el Auditorio Ccori Wasi de Miraflores.
Cuando 'Chema' descubrió que tenía cáncer, fue para él un alivio. Venía de un atroz año 2017 que lo tuvo usando bastón por una lesión de la cadera. Creía que no habría nada peor que eso, pero se equivocó. Nunca imaginó que su desesperado deseo por empezar el 2018 llegaría con un cáncer bajo el brazo, o mejor dicho, por encima de la mandíbula.
En su casa de Miraflores, en la que vivió toda su vida, 'Chema' tiene una impresionante colección de fotografías, arte, libros, discos y muchas películas. Habla con lucidez, irónico y sarcástico como buen Virgo, pero también suspicaz e inflexible sobre sus principios. 'Chema' es de esa generación de periodistas que el mundo necesita, aunque él se sienta amenazado por jóvenes que cobran menos que él.
"Tu amor es mi enfermedad", es la frase de una popular canción de Andrés Calamaro, ¿por qué nombraste así tu espectáculo?
Estaba escuchando la canción y noté que esa frase interpreta bastante bien algo que me estaba ocurriendo en ese momento: gracias a mi enfermedad, mucha gente me estaba manifestando su afecto. Y gracias a mi enfermedad, yo mismo tuve que aceptar el afecto de la gente. Porque quienes somos un poco solitarios, hijos únicos y estamos en la tercera edad, nos resistimos a aceptar que necesitamos afecto, que necesitamos apoyo, consuelo y compasión. Aceptarlo es muy difícil para las personas que somos orgullosas. La enfermedad es bendita por esa razón. Porque moviliza a los otros y a uno mismo. Da una sensación de modestia, y ser modesto es comprender y amar al prójimo, que es la base del cristianismo.
La compasión es concepto interesante, pues pensamos que la enfermedad debe ser un calvario, un sufrimiento, un castigo y que no tiene nada positivo...
Para mí, todos los descubrimientos [sobre su enfermedad] han sido positivos. Partiendo porque estoy cerrando el año con un espectáculo que no estaba en mi libreto. Yo pensé que el 2017 había sido pésimo porque lo comencé con una artrosis en la cadera por lo que tuve que andar con bastón. Pensaba "cuándo acabará el año y llegará el 2018". Y ahora que ya lo estamos terminando, pienso en el lado positivo, que es haber hecho de la necesidad una virtud. Ese es el concepto de la modestia, que es superarse con lo que uno tiene, sin ponerse por encima de los demás. Eso te enseña la enfermedad. Por eso pensé que la frase "Tu amor es mi enfermedad" interpretaba muy bien lo que me estaba pasando. Adquirió un signficado muy especial cuando pasé por el cáncer.
La palabra "cáncer" genera miedo en todos lados, los periodistas la mencionamos casi a diario porque es noticia en el mundo.... sin embargo, nunca imaginamos que podría pasarnos...
¡Imagínate! Llevo tantos años haciendo programas en la radio que incluyen médicos... y uno toma eso como una cosa de servicio público. "¡Qué bueno soy! Mira, estoy trayendo a un doctor muy buena gente, hazle caso". Los periodistas a veces somos paternalistas y no debería ser así... hasta que me pasó. Pero ya no puedo ser paternalista, porque ahora soy un colega de los enfermos, soy un colega de los cancerosos. Lo que cambia es tu vida porque has tenido una experiencia que para mucha gente es aterradora, pero yo te digo con toda sinceridad que para mí no fue aterradora.
Me pasé muchos meses con un granito en la encía y un bultito en el maxilar izquierdo sin saber qué era. Pasé por muchos médicos, hasta que llegué donde un urólogo quien me envió de inmediato a un oncólogo. Cuando me dijeron que tenía cáncer, sentí alivio, porque finalmente supe que era eso. ¡Y lo podía tratar! La verdad no tuve tiempo de deprimirme. Sabiendo que tenía cáncer me fui a cubrir una comisión de Semana Santa en Ayacucho para RPP, ¡en la que pasó de todo! Pues nuestro camarógrafo Iván Ruiz sufrió una fuerte lesión cuando lo agarró un toro.
La depresión es uno de los procesos de quien ha tenido cáncer o familiares con cáncer. Incluso, nos enseñan a sobrellevarla. Aún así, ¿me dices que no te deprimiste?
He tenido momentos de mucho dolor, por la radioterapia. Me he sentido desesperado, porque el dolor era insoportable por unos días. Pero no era una depresión.
'Chema' Salcedo tiene una larga carrera como periodista, conductor, director de documentales, videoclips, guionista, etc. En 2012 dirigió el video de "Solo una vez más" de Adalí Montero.
Si bien no te sentiste deprimido por el cáncer, de repente sí la sentiste al no estar trabajando durante cuatro meses y medio...
Eso sí. Depresión no es la palabra exacta, pero sí tenía la sensación de que estaba dejando de trabajar y estaba abusando. He heredado de mi papá el compromiso con el trabajo, y el respeto por el dinero bien ganado. Ese ha sido mi sello desde chico. Pero podía hacer muy poco [en la radio] porque las molestias en la boca me lo impedían. Hay momentos en los que el dolor te controla al 100%. No una parte del cuerpo, sino que todas tus fuerzas se dirigen a tratar de combatir ese dolor. Tu cerebro prácticamente se vuelve monotemático. Solo piensa en dolor, y al hacerlo, no tienes oídos ni visión para nada más que eso. Por varios días me pasó. Muchos creían que estaba leyendo o escribiendo, pero ¡qué iba a hacerlo! Estando en la clínica me llevé una libreta en la que empecé a tomar apuntes, porque la traqueotomía no me dejaba hablar. Así que apunté absolutamente todo. Podemos decir que el monólogo nació así.
¿Podemos hablar de una nueva vida para 'Chema' Salcedo?
De alguna manera sí, porque estamos hablando de una experiencia traumática ya que estuve en una operación de 14 horas y me han hecho cortes de todo tipo. Incluso muchos amigos que me fueron a visitar a la clínica, recién me comentan que pensaban que me iba a la otra, porque tenía una cara trágica. Esto es algo sobre lo que venía reparando de alguna manera. Cambias de vida. (hace una pausa) He entrado a la vejez, soy un adulto mayor, soy un viejo y tengo cosas de viejo. Para mí tomar esa consciencia de mi vida ha sido interesante, saber que mi vida es limitada, que no es infinita y me quedan menos años de vida. He entrado al tramo final de mi existencia, y al venirme el cáncer he reparado en eso.
La gente teme hablar sobre la muerte, ¿has podido reflexionar sobre ella?
Yo no he reflexionado mucho, y te contaré por qué. Cuando vinimos a Perú en 1951 llegamos a esta casa. Yo tenía cuatro años y era hijo único. Dos temas con los que siempre me he ganado, y que moriré agradeciendo a mis padres por haber tocado estos temas son el dinero y la muerte. Hablar de la muerte es algo absolutamente normal, para mí. De pequeño tuve esa sensación. Los he visto hablar de la muerte y he ido a muchos velorios y entierros desde pequeño. Por eso para mí la muerte no es un trauma. El temor que uno tiene siempre es cómo muere.
Mencionabas que veías la muerte como algo normal, entonces ¿a qué le tienes miedo?
A la pérdida de facultades. La pérdida de memoria es atroz. Yo siempre tenía la idea de que me iba a dar un derrame cerebral, una vez me dio un ataque de amnesia durante 40 minutos por un trastorno del sueño que tenía. Pero jamás imaginé que tendría cáncer. Siempre he tenido el temor del cerebro, de la pérdida de memoria, del Alzheimer.
¿Es un temor permanente?
Es un miedo permanente. Aunque ahora ya no tanto, porque el cáncer ha curado mi complejo de derrame cerebral (risas) Ya no tengo esa idea de que me dará un derrame... [pausa y medita] lo peor que te puede pasar es quedarte descerebrado, en condición vegetal y que tengan que atenderte durante años. Eso es una pesadilla, para mí una pesadilla horrible.
¿Has intentado prevenirlo?
Sí, durante años. Desde el año 1990 he dejado de comer grasas, no fumo, no tomo alcohol, hago ejercicios. Justamente por ese miedo.
La prevención es la mejor forma de evitar una enfermedad. ¿Qué tanto hablas de ella en el unipersonal?
Hay cosas que puedes preveer, pero también hay que tener en cuenta que a veces uno nace con ciertas predisposiciones genéticas que hay que chequear. Los niños ya no vienen con un pan bajo el brazo, sino con una carta genética bajo el brazo. Esto va a ocurrir. Hay gente que lleva una vida muy sana y les da cosas como el cáncer de pulmón. Ahora, si encima de tener la predisposición genética fumas y tomas, te estás suicidando. Sobre los cánceres sabemos poco del origen, que una vez que te dan podemos preveer cómo va a evolucionar o dónde hará metástasis. Pero en otros casos no podemos. En la medicina hay un umbral de lo desconocido, por más avances que tengamos.
¿Qué piensas del periodismo actual?
Yo no debería hablar del tema porque, ¿qué puede opinar un viejo que se ve amenazado por los jóvenes que cobran menos que él? Debería verlo mal, pues hermano. Pero en el caso del periodismo, nos hemos emocionado con la tecnología, que es un proceso de prerobotización. El acto periodístico es como el acto médico, en realidad es una interacción. Cuando vas a buscar a una fuente, vas a interactuar con ella. Hoy día se quieren quemar etapas porque existe una barbarie llamada "tiempo real", que consiste en decir que estoy transmitiendo el hecho en el mismo momento. Esto no es lo normal, el acto periodístico consiste en una masticación y una metabolización del tiempo y de los hechos. Los hechos no existen como tales, estos los creas tú, los procesas y los empaquetas en un producto llamado noticia. Es como un panadero que debe saber todos los ingredientes. No le puedes pedir a un tipo de la calle a que haga panes.
Hay dueños de medios de comunicación que piensan que cualquiera puede ser periodista, "¡es muy fácil!", piensan. Entonces veo que todo se está simplificando. Hay un culto a la tecnología. Internet es maravilloso pero no puedes creer todo lo que sale. Internet no es una fuente, es un medio de comunicación. Se sacan afirmaciones de internet. Se cree todo lo que le sale ahí. Las redes sociales son otro invento nefasto, porque no puedes crear una información a partir de Twitter porque te induce al error. Las redes sociales descansan en el anonimato, y el periodismo descansa en la identificación de quien hace trabajo periodístico. Hemos llegado a la barbarie porque los emoticones reemplazan a la literatura. Antes para decir que estabas emocionado, debías explicarlo. Ahora ponen una bolita, un cachetoncito con un besito... ¡por favor!
La música siempre ha estado muy presente en tu vida, ¿nunca te animaste a cantar o tocar un instrumento?
Nunca he aprendido ni sé tocar nada. He estado en el coro del colegio, pero en sí canto pésimo.
El cine sigue siendo una de tus grandes pasiones, y además puede ser una actividad muy solitaria...
Sí, y en verdad ya casi no salgo de mi casa. Voy poco al cine. Muchos dicen: "No, tú no puedes ver una película en una pantalla de m...", pero en verdad cuando voy al cine hay un imbécil a mi lado comiendo canchita. O hay otro gritando: "¡Amor, pásame la Coca-Cola!". Dicen que el cine es una experiencia colectiva, pero yo ya no estoy para eso.
Martin Scorsese, uno de los grandes genios del cine, tiene una opinión sobre Netflix. Curiosamente, Netflix le financia su última película (The Irish Man), ¿qué piensas del cine en casa que mantiene lejos a la gente de las salas?
Pienso lo mismo. La tecnología es el proceso inevitable. En la historia de la humanidad, la tecnología siempre ha estado por delante de la cultura. Yo entiendo que los cineastas auténticos estén escandalizados porque ahora las películas son en 4K. Antes estaba el motorizado que recorría los cines con los rollos de la película, ahora metes un fierro y por vía satélite ves todo. ¿Qué ocurre con Netflix? Que más gente está viendo películas buenas en su casa, aunque hay de todo también, pero más gente lo está haciendo y a un precio barato, regalado. Entonces los puristas tienen mucho de qué quejarse. Hay que adecuarse al progreso y aceptar lo que nos da. La tecnología nos da cosas que nunca hemos imaginado. Hay que aceptarla y ser modesto. Los cultos piensan que la cultura está por encima de todo, pero eso no es cierto, es al revés.
Gracias por tiempo y por esta larga conversación...
Ahora, ¿qué vas a hacer con todo este material? Ya te fregaste (risas).
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