El director estrena la obra "Corpus Christi", una nueva mirada del viaje de Jesús y sus apóstoles. Los temas que le interesaron: el bullying y la espiritualidad negada.
Un mensaje de amor que ha dado la vuelta por el mundo desde hace más de 2 mil años ─y que, a lo largo del tiempo, ha sido distorsionado─ sirve de base para "Corpus Christi", montaje de Terrence McNally que da una nueva mirada al viaje espiritual de Jesús y sus apóstoles como un grupo de homosexuales en el Perú de hoy.
Así seguimos los primeros años de Joshua en su colegio Corpus Christi. Un chico víctima de las bromas de sus compañeros por ser diferente. Al terminar la escuela, iniciará un viaje de autodescubrimiento y reaparecerá aceptando su condición como un joven gay. Él irá captando a otras personas que se sienten marginadas, juntos empezarán a difundir su visión del amor ─nadie les puede decir cómo profesar su afecto─ y aceptación. No todos estarán de acuerdo con su mensaje y un grupo se les opondrá y oprimirá.
"Esa historia, que suena muy parecida a la de Jesús, se presenta de manera contemporánea. Hay similitudes y paralelos, pero no busca ofender ninguna sensibilidad católica. La polémica va por el lado de qué tan capaces somos de aceptar las diferencias", comenta el director David Carrillo. "[Como sociedad] somos bien crueles. Siempre buscamos la culpa en el otro", agrega.
SI bien se han estrenado, en los últimos años, obras que abordan la identidad de género, el respeto por las diferencias y testimoniales de la comunidad LGTBIQ; "Corpus Christi" se centra en dos temas que a Carrillo le interesan en particular: el bullying y lo que llama la espiritualidad negada.
Para el director, se ha estandarizado la agresión al otro ─la burla ofensiva pasa como una broma entre amigos─ sin darse cuenta que esto puede calar seriamente en la autoestima de una persona. "Entre broma y broma, hieres el cuerpo y el alma de una persona. La violencia se ha normalizado y nuestro sentido del humor es muy perverso. Sentimos que el deporte nacional es lornear a tu pata y exigimos que el otro tenga correa", reclama. Lo mismo sucede con el humor en la televisión: "tiene que ver con chapas, golpes y el abuso de las minorías".
A propósito de la obra, el dramaturgo McNally dijo que buscaba reclamar la espiritualidad cuando muchas personas de la comunidad LGTBIQ sufren un rechazo de parte de las distintas religiones y así crear un espacio donde los homosexuales sean reconocidas como "héroes espirituales". "¿Por qué le niegas la espiritualidad a una minoría? ─se cuestiona el director─ También tienen derecho a creer en un Dios, rezar y buscar el bien común. Profesar un amor de otro estilo no necesariamente es un pecado".
A fines del 2016 se cerró el Teatro Larco, tras la última función de "Orquesta de señoritas", y con ello David Carrillo puso fin a 13 años ininterrumpidos de dirección con la productora Plan 9. Se tomó un año sabático para trabajar en otras producciones, con otros actores y estar en otras salas. Ahora dice llegar con "renovadas esperanzas de que el teatro tiene mucho que decir". Su exalumno Pedro Pablo Corpancho, protagonista del montaje, le propuso llevar la puesta en escena. "Nada más halagador. Me moría de ganas de volver al ruedo, a pesar del vértigo".
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Fecha: De viernes a domingos, a las 8 p.m. Hasta el 15 de julio.
Lugar: Casa Cultural Mocha Graña. Av. Sáenz Peña 107, Barranco.
Entrada general: S/. 35 en Joinnus y en la boletería del teatro.
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