Andrew Swarthout, gerente general de la minera dijo que confía en que el próximo gobierno encontrará una mejor solución al conflicto, que no pase por la cancelación de los derechos de la empresa.
La empresa Bear Creek Mining, concesionaria de la Mina Santa Ana, al sur de Puno, espera que esta concesión vuelva a la normalidad en un plazo estimado de dos meses.
Andrew Swarthout, gerente general de la minera canadiense dijo esta mañana, que confía en que el próximo gobierno encontrará una mejor solución al conflicto, que no pase por la cancelación de los derechos de la empresa.
El sábado, el gobierno publicó un decreto supremo derogando la concesión de la mina Santa Ana, en los distritos de Huacullani y Kelluyo (provincia de Chucuito, Puno), para lo cual dejó sin efecto el decreto supremo 083-2007-EM.
Bear Creek reiteró que la empresa ha cumplido con todos los procedimientos legales a los que estaba obligada para obtener la concesión y que hará respetar sus derechos en tribunales dentro y fuera del Perú.
Swarthout, quien atribuyó las protestas a posibles celos que pueden sentir las comunidades más alejadas por los beneficios que la mina Santa Ana ha generado en las comunidades de su ámbito de influencia.
Respecto a la mina Corani, el mayor proyecto de Bear Creek, también en Puno, Swarthout comentó que las protestas no lo han afectado en absoluto.
La producción de Santa Ana estaba prevista para el 2012, mientras que la de Corani está prevista para el 2014. En ambos casos se trata de minas con grandes reservas de plata.
En la Bolsa de Toronto, la que concentra la mayor negociación de acciones mineras en el mundo, los valores de Bear Creek caían esta mañana en 26,16 por ciento, hasta un precio de US$3,8 por acción. Antes del estallido social en Puno, el precio de esta acción era de unos US$12.
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