Mortalidad entre los animales más jóvenes infectados en granjas es comúnmente del 50 por ciento. El virus no afecta la salud de los humanos.
Un virus porcino mortal para los lechones, que no ha sido visto antes en Norteamérica, se está propagando rápidamente a través de Estados Unidos y dando muestras de ser más difícil de controlar de lo previsto.
El virus ahora se ha irradiado a trece estados, con más de 100 casos a la fecha, desde que fue diagnosticado por primera vez en Estados Unidos el mes pasado, dijo Montserrat Torremorell, experta en Salud Porcina y Productividad de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Minnesota.
Si bien el virus no tiende a causar la muerte de cerdos adultos, la mortalidad entre los animales más jóvenes infectados en granjas de Estados Unidos es comúnmente del 50 por ciento y puede alcanzar hasta el 100 por ciento, según veterinarios y científicos que están estudiando el brote.
La cepa del virus, conocida como Virus de la Diarrea Epidémica Porcina (PEDV, por sus siglas en inglés), que se está propagando a través de granjas porcinas y mataderos del país es en un 99,4 por ciento similar en estructura genética al PEDV que afectó a cerdos en China el año pasado, según investigadores.
Luego de que fuera diagnosticado por primera vez en China en 2010, el PEDV infestó el sur de China y mató a más de 1 millón de lechones, según el Diario de Enfermedades Infecciosas Emergentes del Centro de Control de Enfermedades y Prevención.
El virus no plantea ningún riesgo a la salud de los humanos o de otros animales. La carne de los cerdos infectados con PEDV es segura para el consumo humano, según funcionarios federales y economistas ganaderos.
No se ha detectado una conexión directa entre el brote en Estados Unidos y la propagación del virus identificada previamente en Asia y Europa, sostienen científicos e investigadores.
La industria porcina estadounidense esperaba que la propagación del virus se desaceleraría, o al menos se mantendría con pocos cambios, ante la proximidad del verano boreal y de un clima más cálido.
Pero Tom Burkgren, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Veterinarios de Porcinos, dijo que el PEDV ha demostrado ser más tolerante al calor que una gastroenteritis transmisible más común.
REUTERS
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