Según Adex, ambos subsectores enfrentan un panorama difícil e incierto por la crisis internacional que afecta a nuestros principales mercados.
Malos resultados para las exportaciones de confecciones y textiles peruanas. En el primer bimestre del año esta cadena redujo sus envíos en 21%, según datos de la Asociación de Exportadores (Adex).
Según el presidente del gremio exportador, Eduardo Amorrotu, ambos subsectores enfrentan un panorama difícil e incierto por la crisis internacional que afecta a nuestros principales mercados y que se agrava por la cada vez más aguda competencia entre los países proveedores que pugnan por mantener sus posiciones en esos destinos.
“Adicionalmente, y en parte derivado de la situación anterior, se desarrollan nuevas tendencias como pedidos cada vez más pequeños, plazos cada vez más cortos y trabajo con pocos proveedores, entre otros”, dijo Amorrotu durante la inauguración del IX Foro Textil Exportador.
En el año 2012 las exportaciones de la cadena textil-confecciones sumaron US$2.158 millones, cifra que representó un incremento de 9.2% respecto del 2011. Este año, la situación para ser más complicada.
El titular de Adex señaló que existen temas críticos en el entorno que incrementan los costos de producción y debilitan la economía de las empresas, como la apreciación del nuevo sol, la modificación de las condiciones laborales y el restablecimiento de la prima textil.
"Se amenaza con privar a la cadena productiva del uso de los contratos laborales no tradicionales, con lo que se elevarían los costos y también (se dan) procesos de fiscalización arbitrarios”, señaló Amorrortu, quien reconoció que la cadena textil-confecciones tiene entre sus principales fortalezas el empuje y la convicción de sus empresas.
Añadió que esta fortaleza les sirvió para constituir un modelo de transformación, logrando así, convertir un producto primario como el algodón en prendas de vestir con valor agregado.
“Sabemos que los empresarios trabajan permanente en la mejora tecnológica, en la innovación, en la inversión en recursos humanos, en una política continúa de eficiencia para la reducción de costos, así como en una actitud comercial más agresiva hacia el mercado internacional”, destacó Eduardo Amorrortu.
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