Para cumplir con sus propias metas a fin de reducir los déficits presupuestarios, en lugar de arriesgarse a agravar la desaceleración en muchos países, entre ellos Estados Unidos.
Las economías más importantes del mundo se darán más margen de maniobra para cumplir con sus propias metas a fin de reducir los déficits presupuestarios, en lugar de arriesgarse a agravar la desaceleración en muchos países, entre ellos Estados Unidos.
Un día antes de las elecciones de Estados Unidos, los países del Grupo de los 20 (G-20) se mostraron preocupados porque su objetivo de reducir a la mitad los déficits de las economías avanzadas a fines del próximo año podría afectar a la debilitada economía global.
"A la luz del débil ritmo del crecimiento global se asegurarán de que el ritmo de la consolidación fiscal es apropiado para apoyar la recuperación", según el comunicado final de la reunión de dos días en Ciudad de México.
El objetivo de recortar déficits fue acordado por los líderes del G-20 en una cumbre en Toronto en el 2010, cuando la economía mundial parecía estar en el camino de la recuperación de la crisis financiera de los dos años anteriores.
Ahora parece fuera del alcance de muchas economías, como Estados Unidos, ya que el crecimiento se ha ralentizado.
"El objetivo es para el 2013 y hay una leve tendencia a pasarlo de largo", dijo la jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien añadió que el lenguaje sobre temas fiscales "ha evolucionado".
El déficit presupuestario de la primera economía del mundo apunta a superar el billón de dólares por cuarto año consecutivo en el ejercicio fiscal 2012. La cifra es equivalente al siete por ciento de la producción económica del país.
Mientras que Estados Unidos necesita poner su déficit bajo control, muchos países del G-20 quieren que evite una serie de subidas de impuestos y recortes de gastos a partir de enero que fueron aprobadas el año pasado para demostrar que el país podría hacer frente a sus problemas fiscales.
Estas medidas, llamadas "precipicio fiscal", podrían empujar a la economía estadounidense a la recesión, a menos que el Congreso pueda llegar a un acuerdo rápidamente después de las elecciones presidenciales y legislativas del martes.
El tiempo corre
"El tiempo corre, el precipicio está cada vez más cerca. Es una cuestión de menos de dos meses y los accidentes pueden ocurrir", dijo un funcionario de alto rango del G-20, aunque agregó que el grupo está convencido de que el Congreso estadounidense encontrará una solución bipartidista.
El ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, también dijo que hay una suposición de que un acuerdo podría, y debe, ser alcanzado.
"Si no somos capaces de resolver el precipicio, podría ser el punto de inflexión para un escenario mucho más complicado en la economía mundial", comentó a Reuters.
El comunicado del G-20 dijo que Estados Unidos "calibrará cuidadosamente el ritmo de ajuste fiscal para asegurar que las finanzas públicas se establezcan sobre una base sostenible a largo plazo mientras se evite una aguda contracción fiscal en 2013".
En un intento por mostrar un compromiso para controlar sus finanzas en el largo plazo, las economías avanzadas del G-20 crearán objetivos de deuda "creíbles y ambiciosos" para después del 2016, que incluyen la meta actual para estabilizar su deuda.
Los nuevos objetivos serán discutidos en el 2013 en otra reunión del grupo.
El consenso del G-20 de hace cuatro años, que logró contener el riesgo de una nueva recesión, ha cedido el paso a persistentes diferencias sobre temas como el gasto para acelerar el crecimiento y la tasa correcta de ajustes para enfrentar el alto endeudamiento.
La economía global aún enfrenta riesgos elevados incluyendo la crisis de deuda europea (centrada en España y Grecia) y los potenciales problemas en Japón, según el comunicado.
"El crecimiento global sigue siendo modesto y los riesgos a la baja continúan elevados, incluyendo las posibles demoras en la compleja implementación de recientes anuncios de política en Europa, un potencialmente agudo ajuste fiscal en Estados Unidos, el asegurar los fondos para el presupuesto de este año en Japón, un crecimiento más débil en algunos mercados emergentes", agregó el comunicado.
La redacción sobre el tema europeo hizo referencia a las diferencias dentro de la propia zona euro sobre cómo construir una unión bancaria, lo que es considerado una manera importante de implementar a tiempo nuevas regulaciones de capital conocidas como Basilea III, la respuesta del mundo a la crisis financiera y que deberían comenzar a ejecutarse desde enero.
Reguladores de Estados Unidos y Europa aún no han terminado sus versiones de las reglas, lo que ha provocado especulación sobre que la agenda de ejecución pudiera ser demorada.
REUTERS
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