Política de nacionalizaciones, asociaciones público-privadas y controles del fallecido mandatario Hugo Chávez han debilitado al sector empresarial, indica la consultora.
La muerte del presidente venezolano Hugo Chávez, tras 14 años en el Gobierno, se produce en momentos en que su modelo económico luce fuertemente debilitado, y ahora deberá reconstruir su relación con su sector empresarial, señaló Maximixe.
“Si bien el alto precio del petróleo permitió que el Producto Bruto Interno (PBI) del país pasara de US$ 91.000 millones en 1999 a US$ 320.000 millones en 2012, la política de nacionalizaciones, asociaciones público-privadas y controles han debilitado al sector empresarial”, indicó la consultora.
Sostuvo que si bien la renta petrolera ha permitido un gran gasto fiscal, éste se dirige sobre todo a subvenciones.
Con la reducción del precio del petróleo y los crecientes programas de apoyo social para mantener contenta a la población, el déficit fiscal del Gobierno se ha disparado y con él la inflación, que es ahora de 20% anual.
“La baja producción local, debido a que el Estado no suple eficientemente la oferta del arrinconado sector empresarial, provoca a la vez presiones sobre las cuentas externas. Hace pocas semanas entró en vigencia una devaluación del 40% de la moneda venezolana”, indicó Maximixe.
Tras la salida de Chávez, el Gobierno que gane las elecciones que se convocarán dentro de 30 días “deberá reformular o al menos corregir el modelo económico para tratar de volver a recuperar la confianza del sector empresarial privado”.
Hugo Chávez murió ayer a los 58 años tras batallar contra un cáncer que le impidió asumir su cuarto mandato consecutivo.
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