El Informe de Desarrollo Humano Perú 2025 del PNUD dio a conocer los avances en salud, educación y servicios en el país, pero persisten desigualdades y una lenta recuperación económica postpandemia. Tras ello, consideran que fortalecer la confianza ciudadana y la gobernabilidad es clave para un desarrollo más justo y sostenible.
El más reciente Informe sobre Desarrollo Humano Perú 2025 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), titulado "Actuar, confiar y conectar caminos: El valor de la acción conjunta para el desarrollo sostenible", revela que, si bien Perú ha logrado mejoras en el desarrollo humano y la densidad estatal en los últimos siete años, la recuperación económica es aún lenta, y persisten significativas brechas de desigualdad que impiden un progreso más acelerado y equitativo.
El informe subraya que para recuperar el ritmo de crecimiento previo a la pandemia y avanzar de forma sostenible, es crucial cerrar las brechas territoriales y restaurar la confianza entre la población y con el Estado. Asimismo, destaca la necesidad de una gobernabilidad democrática fortalecida.
El IDH y la lenta recuperación de los ingresos
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es una herramienta que evalúa el bienestar de la población y los factores que inciden en su progreso, resumiendo los logros en tres dimensiones: una vida larga y saludable, acceso a la educación, e ingresos suficientes para una vida digna.
Entre 2017 y 2024, el IDH nacional aumentó un 2.16 %, pasando de 0.648 a 0.662. Sin embargo, la pandemia de 2020 causó una severa caída del 7.6 % en el IDH, alcanzando su nivel más bajo (0.617), debido principalmente a la fuerte caída de los ingresos de los hogares y a la reducción de la esperanza de vida al nacer.
A pesar de la recuperación posterior, el IDH aún no ha logrado recuperar los niveles prepandemia de 2019 (0.668). Un factor que responde a esta lenta recuperación es que los ingresos per-cápita promedio de los hogares aún no han alcanzado los valores previos a la pandemia, a pesar de mostrar signos de recuperación. Mientras tanto, los indicadores de acceso a la educación mostraron un avance del 3.8 % en el mismo período.
A nivel departamental, Moquegua, Arequipa, Lima, El Callao e Ica presentan los valores más altos del IDH en 2024, mientras que Huánuco, Puno, Cajamarca, Huancavelica y Amazonas registran los valores más bajos. Departamentos como Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y Moquegua mostraron un mayor dinamismo, principalmente por la recuperación de los ingresos per-cápita y la esperanza de vida al nacer.

La desigualdad como freno al desarrollo económico real
Por primera vez, el informe calcula el Índice de Desarrollo Humano ajustado por desigualdad (IDH-D) a nivel distrital, el cual revela cómo la desigualdad existente en el país reduce el valor real del desarrollo. Los datos muestran que: en 2017, la desigualdad reducía el valor del IDH en un 17.98 %, y en 2024, esta reducción se incrementó ligeramente a un 18.07 %. Esto significa que las disparidades están mermando el progreso en desarrollo humano.
Los departamentos más afectados por la desigualdad son Huánuco, Ayacucho, Áncash, Puno, Cajamarca y Cusco. En contraste, El Callao, Ucayali, Lima e Ica muestran menores niveles de afectación. El informe también señala que, aunque Perú ha mostrado avances democráticos entre 2001 y 2021, los resultados distributivos han sido limitados en comparación con otros países latinoamericanos, según el índice Gini. La persistente desigualdad es identificada como uno de los principales problemas que requieren acción conjunta.

¿Cómo impacta el acceso a servicios públicos en la economía?
El Índice de Densidad del Estado (IDE), que mide la presencia de servicios públicos esenciales como salud, educación, agua y saneamiento, y electricidad, también ha experimentado un crecimiento. Entre 2017 y 2024, el IDE aumentó un 5.82 %, pasando de 0.722 a 0.764.
Este incremento fue impulsado principalmente por el aumento del 36 % en el número de médicos por cada 10,000 habitantes a raíz de la pandemia, y un crecimiento del 2.9 % en la tasa neta de asistencia escolar.
Desde 2024, la medición incorpora conectividad y seguridad ciudadana en el nuevo Índice de Densidad del Estado ampliado (IDE+). Departamentos como Callao, Lima, Moquegua, Arequipa y Tacna tienen los valores más altos en IDE e IDE+.
Sin embargo, Loreto, Ucayali, Puno, Huánuco, Amazonas, Cajamarca y Pasco (para IDE+) se encuentran entre los departamentos con los niveles más bajos de presencia estatal y, en el caso de Loreto y Ucayali, muestran una mayor desigualdad entre sus distritos en la provisión de servicios.
Los mayores avances en el IDE no alcanzaron a los distritos más excluidos, es decir, aquellos con menor densidad poblacional, mayor dispersión y menor accesibilidad, lo que subraya la dificultad en la provisión de servicios en zonas más atomizadas y sus implicaciones para el desarrollo de capital humano y la productividad.

Gobernabilidad y Confianza: pilares para la estabilidad económica
El informe también destaca que, a pesar de los avances en la reducción de la pobreza en las últimas dos décadas, la insatisfacción de la ciudadanía con el funcionamiento del sistema político y la baja confianza en las instituciones representativas dificultan la acción colectiva y la construcción de consensos.
La ciudadanía percibe que el Estado es necesario para vivir bien, pero existen deficiencias en su desempeño en áreas como seguridad, protección ante abusos de poder y trato igualitario, aspectos cruciales para un ambiente económico estable y próspero.
Para revertir estos déficits, el PNUD sostiene que es esencial aumentar la capacidad del Estado, fortalecer el imperio de la ley, reconstruir la confianza ciudadana en las instituciones y promover la acción conjunta para atender el interés general. Impulsar un ciclo virtuoso donde un Estado más efectivo gane legitimidad, y esta a su vez impulse una mayor efectividad, es necesario para enfrentar los problemas identificados por los peruanos: inseguridad ciudadana, corrupción y la persistente desigualdad.
Estos desafíos no solo afectan el bienestar social, sino que también representan obstáculos significativos para la inversión, la productividad y el crecimiento económico sostenible del país.
