Cada vez más mujeres peruanas optan por emprender sus propios negocios, muchas veces por necesidad ante la falta de empleo formal. Sin embargo, enfrentan dos grandes obstáculos: la falta de capacitación y el difícil acceso a financiamiento. Conoce qué impacto tiene en el desarrollo de sus empresas.
La cantidad de mujeres que lideran una empresa formal se está recuperando desde la pandemia, muestra de ello es que, según la última información del Ministerio de la Producción, el 2023 la participación de mujeres alcanzó el 43 %.
Esto significa que cada vez hay más mujeres que deciden crear un emprendimiento como alternativa, ante la falta de oportunidades en el mercado laboral. Sin embargo, enfrentan dos grandes desafíos que retrasan el crecimiento de sus negocios: el acceso al conocimiento y al financiamiento.
Miriam Romero, administradora y dueña de una marca de calzados en el emporio textil Gamarra, en Lima, contó qué la motivó a iniciar su microempresa y cuáles fueron las principales limitantes que encontró en el camino.
"Tengo 42 años, más o menos desde los 9 años traté de sacar adelante la casa. Cuando ya tuve la mayoría de edad y quise tener lo mío. Con mi hermano abrimos la tienda y empezamos. Yo lideraba porque veía que a veces las mujeres dependían de un hombre y yo creo que las mujeres podemos hacer miles de cosas, si nos lo proponemos lo podemos hacer. Hubo dificultades, por ejemplo, el préstamo porque siempre te decían "no, ¿podrás hacerlo?, ¿podrás pagarlo? Cosas así, pero yo pude hacer las cosas porque yo me lo propuse. Como mujer, madre y una lo puede lograr", contó a RPP.
Así como ella, muchas mujeres tienen el deseo de crecer en el mercado laboral de manera independiente. Según cifras de Produce, Lima concentra la mayor cantidad de negocios liderados por una mujer, seguida de Puno, Piura, Cusco y La Libertad. Mónica Muñoz Najar, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo, conversó con RPP y explicó cuál es la participación femenina en las mypes.
"Hay un informe del ministerio de la mujer que indica que al año pasado el 43 % de las micro y pequeñas empresas eran lideradas por mujeres, pero esto es en el sector formal. Cuando vemos las cifras del Ministerio de la Producción, que hace una estimación de empresas formales e informales, habla de más de 52 %. Así que estamos entre esas cifras. Muchas veces el emprendedurismo es para suplir una falta de oportunidades en el mercado laboral. Como no encuentro chamba formal, entonces abro mi propia empresa y me las busco", sostuvo.
Según la especialista, uno de los principales obstáculos para las emprendedoras es el acceso a la educación. En muchas regiones del país, las niñas tienen menos oportunidades de completar su formación escolar, ya que suelen asumir tareas del hogar o trabajos en el campo.
A ello se suma la dificultad para acceder a financiamiento. Aunque mujeres y hombres tienen las mismas condiciones para solicitar créditos, muchas emprendedoras no obtienen montos suficientes para consolidar sus negocios y crecer dentro del sistema formal. Ericka Sandy Salazar, presidenta de la Cámara de Comercio de la región San Martín, advirtió sobre este problema:
"Tenemos muchas mujeres emprendedoras, pero no pueden subir a nivel empresaria porque hay un factor grande de educación y de financiamiento. Si no lo tienen, tampoco van a poder contribuir más a un sistema formal, porque apenas termina un convenio, van a volver al sistema informal", mencionó.
El emprendimiento femenino en el Perú es un motor del crecimiento económico y se observa principalmente en sectores como comercio, servicios y manufactura. Aunque se ha observado avances, todavía queda camino por recorrer.
Para que más mujeres consoliden sus negocios y aporten al desarrollo económico del país, es fundamental generar más oportunidades de capacitación y acceso a créditos
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