Alejandro Narváez, presidente de Petroperú, reconoció en RPP que revertir la crisis de la estatal es complejo. Señaló como principales cargas el alto costo del Oleoducto Norperuano y las pérdidas por la Ley de la Amazonía, advirtiendo que no existen soluciones rápidas ni milagros.
Alejandro Narváez, presidente del Directorio de Petroperú, se presentó en Economía Para Todos por RPP y dio a conocer la dificultad de revertir la crisis de la estatal. Además, afirmó que enderezar el rumbo de la compañía es un trabajo que "está costando bastante esfuerzo".
"Es difícil. Obviamente, quien dice lo contrario. Sería mentir de que está en una situación de bonanza, nada de eso", admitió, atribuyendo los problemas a una "mochila pesada" heredada de administraciones anteriores.
Narváez detalló cargas específicas que, según él, no corresponden a la gestión operativa y que impactan negativamente en los resultados. Una de ellas es el Oleoducto Norperuano, cuya operatividad representa un gasto millonario.
"El gasto en el que nosotros incurrimos por mantener operativo el Oleoducto Norperuano. Eso nos representa 115 millones de dólares al año", explicó. El problema, añadió, es que la infraestructura no es rentable mientras no haya petróleo que transportar en la selva.
Otra carga mencionada es el impacto de la Ley de la Amazonía, que impide a Petroperú facturar con IGV sus ventas en esa región. "Nosotros perdemos cada mes, cada mes 12 millones de soles por no facturar con IGV los productos que vendemos en la Amazonía".
Frente a este escenario, Narváez fue enfático en que no existen soluciones mágicas ni resultados inmediatos: "En el mundo real no existe milagros. (...) no se puede sacar una empresa que tiene 2,000 millones de pérdida y al día siguiente en azul. Eso no existe en ninguna parte".