En Perú, la masificación del gas natural avanza, pero su uso doméstico se limita casi solo a la cocina. El especialista Erick García propone incluir calefacción y agua caliente para reducir la pobreza energética y mejorar salud, confort y eficiencia en los hogares.
En el Perú, la masificación del gas natural ha avanzado, pero su uso sigue centrado casi exclusivamente en la cocina. Para el especialista en hidrocarburos, Erick García, ampliar las conexiones a calefacción y agua caliente es necesario para reducir la pobreza energética, que afecta a hogares incapaces de cubrir sus necesidades básicas de energía. Durante una entrevista en Economía para Todos por RPP, sostuvo que con esta ampliación se podría mejorar la salud, el confort y la eficiencia energética en miles de viviendas.
Según el experto, este paso para el país no ha sido suficientemente resaltado por los medios de comunicación. García valoró positivamente la iniciativa de extender la concesión de Lima y Callao, con su alta demanda, a otras regiones, considerándolo "muy bueno".
Erick García fue crítico con el enfoque actual de la masificación, señalando que "la cocina es lo más ineficiente en la masificación". Explicó que, a diferencia de países como Argentina o Chile, donde el 90% del consumo de gas en un hogar se destina a agua caliente y calefacción, en Perú el 90 % se usa para cocinar.
Para corregir esta deficiencia, el especialista propuso:
- Promover hasta tres puntos de conexión por hogar: cocina, agua caliente y calefacción.
- Asumir la adición de tuberías para agua caliente (aductería de agua caliente), una medida que ya se había aprobado en 2021.
- Enfocarse en la calefacción, especialmente en zonas donde las temperaturas descienden de los 14°C, siguiendo recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar problemas de salud.
La pobreza energética en el Perú
En el marco de las prioridades para la nueva legislatura del Ministerio de Energía y Minas, García destacó la importancia de establecer el concepto de "pobreza energética".
Este concepto, fundamental para diseñar programas más efectivos, se define como la falta de energía en un hogar para usos básicos como cocinar, iluminación, agua caliente, calefacción, conservación de alimentos y telecomunicaciones, o la incapacidad de pagarla.
Finalmente, el especialista subrayó la relevancia de la complementariedad energética en el país. Esto implica utilizar diferentes recursos energéticos según la densidad poblacional y la logística:
- En zonas densas, el gas natural sería la opción principal.
- En círculos intermedios, el GLP.
- En áreas más alejadas, la biomasa combinada con "GLP no convencional". García explicó que el GLP no convencional implica el uso de tanques grandes y redes en lugar de balones individuales, lo que reduce significativamente los costos.
García concluyó que un "buen diagnóstico" es esencial para formular propuestas que impulsen el desarrollo del país en el sector energético.