Productores argentinos retienen soja para protegerse de inflación

Los productores argentinos están reteniendo está temporada más soja de la habitual para evitar pérdidas del valor de sus ahorros en una economía que sufre una inflación de dos dígitos, lo que podría reducir la recaudación de impuestos por exportaciones.

Los agricultores de Argentina -el mayor exportador de aceite y harina de soja y el tercero de los porotos- están acumulando más y más granos en sus campos, con ventas de sólo el 70 por ciento de su cosecha esta temporada frente al 85 por ciento del año pasado, dijo Leandro Pierbattisti, de la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales.

"Prefieren ahorrar en granos, que es una forma de protegerse de la inflación", señaló el experto.

De acuerdo con analistas privados, la inflación anual del país ronda el 25 por ciento. Las cifras oficiales arrojan un alza de precios muy inferior, pero están ampliamente desacreditadas.

El analista Manuel Alvarado Ledesma estima que los productores están reteniendo el 28 por ciento de su cosecha 2012/13, o 17 millones de toneladas valoradas en 7.000 millones de dólares, de los que el Estado podría obtener hasta 2.400 millones en impuestos a las exportaciones.

Argentina depende fuertemente de sus ingresos tributarios porque no tiene acceso a los mercados de capitales desde la cesación de pagos del 2001-2002.

La situación se vuelve un problema para la presidenta Cristina Fernández, cuya gestión está aumentando el gasto público de cara a las elecciones legislativas del próximo 27 de octubre, en las que pondrá en juego el control del Congreso con el que deberá gobernar en los dos años que le restan de mandato.

Sin embargo, a los productores no les inquietan los posibles problemas fiscales del Gobierno.

Detractores de las medidas oficiales para el sector, rechazan el impuesto del 35 por ciento a las exportaciones de soja, como también los límites a los embarques de maíz y trigo, cuyo objetivo es garantizar el abastecimiento doméstico de ambos granos.

Santiago del Solar, un productor de soja de la provincia de Buenos Aires -el principal distrito agrícola de Argentina-, dijo que los agricultores están reteniendo más granos este año que el año pasado debido a la incertidumbre financiera.

Menor molienda
"Hasta ahora la reducción de ventas de los productores no ha impactado en las exportaciones de soja de Argentina. El impacto real es en las operaciones domésticas de molienda", dijo Pierbattisti.

Hasta la fecha, las ventas al exterior de soja del ciclo 2012/13 de Argentina fueron de 6,2 millones de toneladas, por encima de los 4,4 millones al mismo momento de la campaña pasada, precisó.

"La capacidad ociosa es el doble que la necesaria para evitar un incremento en costos fijos. Esto no es bueno para la competitividad de la industria exportadora de Argentina", señaló Pierbattisti.

Mientras Argentina expande su capacidad de molienda para anticipar un salto en la demanda mundial de alimentos, la capacidad ociosa de las plantas de aceite y harina de soja se encuentra en un 30 por ciento este año.

La cifra, al menos, está por debajo del 34 por ciento del año pasado a la misma fecha, luego de que una sequía recortó la cosecha del grano.

La decisión estratégica de China de incrementar sus importaciones de granos de soja para realizar la molienda en ese mismo país también está afectando la actividad de la plantas argentinas, a la vez que incrementa las exportaciones del poroto.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la producción de soja 2012/13 de Argentina, cuya recolección finalizó en junio, fue de 49,4 millones de toneladas y la cosecha de la temporada 2013/14, que iniciaría su proceso de siembra en octubre, alcanzaría los 53,5 millones de toneladas.

REUTERS