Ricardo Briceño, presidente de la Confiep, considera que debe entrar un nuevo dueño que invierta para que la fundición cumpla los estándares socioambientales requeridos.
"En la Sociedad Nacional De Minería tenemos un código de conducta y se requiere de un comportamiento ético, moral que va más allá del simple cumplimiento de las leyes. Aquí se le ha insistido a Doe Run que cumpla con sus compromisos adquiridos dentro del gremio y no lo han hecho. Se les ha dado el plazo suficiente y el día de ayer el directorio acordó por unanimidad separar a la empresa", dijo en diálogo con RPP.
"Yo tengo muy pocas esperanzas que los propietarios de Doe Run encuentren una solución aceptable. Esta pasa por hacer inversiones modernas para que la empresa cumpla con los estándares socioambientales, y eso no lo quieren hacer. Se han negado a hacerlo y es por lo que han sido separados", agregó.
Para Briceño, la solución del problema en la fundición pasa por un cambio de propietarios. "Aquí, o entra un nuevo dueño e invierte las ingentes sumas que se requieren para operar esta fundición bajo los estándares socioambientales del día de hoy o creo que hay que comenzar a pensar en una reconvención de la ciudad de La Oroya en una ciudad industrial", apuntó.
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