El análisis de la Cámara concluye que el Gobierno de Donald Trump debería asumir ese coste si quiere asistir de igual manera a todos los sectores damnificados por las represalias de otros países en contra de Estados Unidos tal como ya ha hecho con los agricultores.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos ha calculado que los paquetes de ayuda a los sectores afectados por las medidas de represalia en contra de los aranceles del presidente, Donald Trump, pueden costar 39,000 millones de dólares a las arcas públicas del país, según un estudio publicado este lunes.
El análisis de la Cámara concluye que el Gobierno de Trump debería asumir ese coste si quiere asistir de igual manera a todos los sectores damnificados por las represalias de otros países en contra de Estados Unidos tal como ya ha hecho con los agricultores.
Trump lanzó la semana pasada un plan valorado en 12,000 millones de dólares para compensar a los agricultores perjudicados por los gravámenes que otras naciones han impuesto sobre productos estadounidenses.
Basándose en los subsidios aprobados ya para el sector agrícola, la Cámara estimó que la misma proporción de ayuda financiera a los otros sectores afectados negativamente por la tensión comercial ascendería a un total de 39,000 millones de dólares.
Ayuda financiera
Entre sus proyecciones, calcula que Trump debería ayudar con 811 millones a los pescadores, 632 millones a los astilleros y con 4,600 millones a los productores de acero y aluminio, entre otros.
"Seamos claros: la mejor manera de proteger a las industrias estadounidenses de las consecuencias perjudiciales de una guerra comercial es evitar entrar en una guerra comercial en primer lugar", insistió la Cámara.
El cuantioso paquete de ayuda aprobado la semana pasada se destinará principalmente a los productores de soja, leche y de carne de cerdo, algunos de los sectores más castigados por los gravámenes impuestos por China y otros países.
La primera oleada de aranceles de Washington incluyó un castigo del 25 % a importaciones chinas por valor de 34,000 millones de dólares, una medida a la que Pekín respondió de igual manera.
A los pocos días, el Gobierno de Trump volvió a implantar gravámenes a los bienes importados de China, en este caso por valor de 200,000 millones de dólares, motivando contramedidas del Ejecutivo del presidente chino, Xi Jinping.
EFE
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