Bolivia, Paraguay y Perú son los países de la región que sufren las peores consecuencias por esta actividad, al permitir la transformación y circulación de automóviles con timón a la derecha.
Con la firma de la denominada Declaración de Lima concluyó con éxito el III Congreso 2010 de la Asociación Latinoamericana de Distribuidores de Automotores (ALADDA), que reunió durante dos días en nuestro país a representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Estados Unidos y Venezuela.
Durante el evento, organizado por la Asociación Automotriz del Perú (AAP), los participantes compartieron experiencias en temas claves y comunes para el sector, entre los que destacó la problemática de la importación de vehículos usados. Algo que quedó claro de las exposiciones fue que, si bien esta actividad afecta de diversas maneras a todos los países de América Latina, son principalmente Bolivia, Paraguay y Perú los que sufren las peores consecuencias, al permitir la transformación del timón a la derecha de vehículos usados y siniestrados, lo cual, según los especialistas, constituye un atentado contra la seguridad vial. No es coincidencia que precisamente estos 3 países muestren los índices de siniestralidad por accidentes de tránsito más altos de la región.
“Está demostrado que los vehículos importados usados generan más accidentes, pero además consumen más combustible, contaminan más el medio ambiente, fomentan la informalidad y la subvaluación y evasión tributaria. Ya es hora de que nuestros políticos y gobernantes entiendan esto, porque las ganancias de este negocio se las llevan unos cuantos, pero la factura la pagamos todos.”, afirmó Alejandro Saubidet, Presidente de la Aladda.
En la clausura del evento los representantes de ALADDA, en presencia del Ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo, firmaron la denominada Declaración de Lima, en la cual se comprometen a:
• Seguir combatiendo con argumentos técnicos la importación de vehículos usados y siniestrados, con la finalidad de proteger la vida y la salud de las personas.
• Establecer sistemas de información comunes con la finalidad de tener líneas de base para comparar las políticas aplicadas en cada uno de los países.
• Asesorar a las autoridades del sector para estandarizar políticas comerciales, y arancelarias, así como las referidas a normas de transito y reglamentación vehicular.
• A proponer a los mercados de producción automotor normas técnicas con estándares de calidad, sustentados en la capacidad de consumo de los países miembros y necesidades técnicas regionales.
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