Banderas también contó que le tomó cuatro días y tres noches recorrer el Camino Inca para llegar a la ciudadela inca, donde según dice, ´han pasado los dioses´.
"Ha sido una de las experiencias más potentes y mágicas de mi existencia". Esa fue la impresión que Antonio Banderas se llevó de nuestro país luego de visitar Machu Picchu.
En una carta enviada a la revista Cosas, el actor español reveló que no pudo contener las lágrimas cuando vio el imponente paisaje de nuestra maravilla del mundo, la cual visitó acompañada de su hija.
"Compartí lágrimas de emoción con mi Stella, mi compañera de viaje, quien siempre recordará que la primera vez que se asomó a este balcón peruano -por donde se ve parte del mundo y los sueños de su gente- lo hizo de la mano de su padre", escribió el actor que en todo momento describió el momento mágico y emocionante que le tocó vivir.
"Cuando subimos las escaleras y atravesamos la Puerta del Sol, iba tan atento a que no nos contaminara el momento que no percibí dónde nos hallábamos. Pero cuando me volví a mirar a mi hija, vi que dos lágrimas le rodaban por sus mejillas. Tenía la vista perdida en algo a mis espaldas.
Poco a poco me giré y allí estaba. Como las aristas del tallado de una esmeralda, con una geometría irreal pero perfecta: Machu Picchu, el final de nuestro viaje", recordó.
Banderas también contó que le tomó cuatro días y tres noches recorrer el Camino Inca para llegar a la ciudadela inca, donde según dice, "han pasado los dioses".
Machu Picchu, la ciudad inacabada, como los seres humanos a los que solo puede acabar Dios, cualquiera sea la idea de Él que uno tenga. Sí, por aquí han pasado Dios o los dioses, de eso estoy seguro.", finalizó.
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