El director de logística del 'rey del pop' fue echado por la familia por filtrar información sobre el fallecido cantante a medios estadounidenses.
Alberto Álvarez, director de logística de Michael Jackson y
guardaespaldas, fue despedido por la familia del "rey del pop" poco
después de conocerse unas declaraciones polémicas en relación con la muerte del
cantante, informó hoy la web TMZ.
Álvarez continuaba trabajando para los Jackson en la casa de Encino, en California, desde el fallecimiento del artista el pasado 25 de junio y perdió el empleo el viernes.
La semana pasada trascendió a la prensa que Álvarez, la persona que alertó a los servicios de emergencia de la situación crítica del "rey del pop", comentó a los investigadores que el médico personal del cantante, Conrad Murray, retrasó la llamada a urgencias para recoger y apartar fármacos presentes en la habitación.
Álvarez confesó a los agentes ese presunto intento de ocultar pruebas dos meses después del trágico suceso, y no de forma inmediata.
Las declaraciones pusieron de nuevo en entredicho la profesionalidad de Murray, acusado de homicidio involuntario por la muerte de Jackson y a quien la familia del artista señaló desde un principio como responsable del fallecimiento del "rey del pop".
Murray fue acusado formalmente en febrero y quedó en libertad bajo fianza en espera del juicio, que comenzará el 5 de abril en Los Ángeles.
La autopsia confirmó que la causa de la muerte de Jackson, el 25 de junio de 2009, fue una intoxicación aguda de fármacos, principalmente propofol.
En su testimonio, Álvarez aseguró que el médico trabajó frenéticamente para salvar la vida de Jackson y hasta le practicó el boca a boca, mientras él mismo se ocupaba de la reanimación cardiopulmonar.
Después el doctor recogió algunos frascos y le dijo a Álvarez que los metiera en una bolsa, aunque esperaron a llamar a urgencias hasta que retiraron los fármacos.
EFE
Álvarez continuaba trabajando para los Jackson en la casa de Encino, en California, desde el fallecimiento del artista el pasado 25 de junio y perdió el empleo el viernes.
La semana pasada trascendió a la prensa que Álvarez, la persona que alertó a los servicios de emergencia de la situación crítica del "rey del pop", comentó a los investigadores que el médico personal del cantante, Conrad Murray, retrasó la llamada a urgencias para recoger y apartar fármacos presentes en la habitación.
Álvarez confesó a los agentes ese presunto intento de ocultar pruebas dos meses después del trágico suceso, y no de forma inmediata.
Las declaraciones pusieron de nuevo en entredicho la profesionalidad de Murray, acusado de homicidio involuntario por la muerte de Jackson y a quien la familia del artista señaló desde un principio como responsable del fallecimiento del "rey del pop".
Murray fue acusado formalmente en febrero y quedó en libertad bajo fianza en espera del juicio, que comenzará el 5 de abril en Los Ángeles.
La autopsia confirmó que la causa de la muerte de Jackson, el 25 de junio de 2009, fue una intoxicación aguda de fármacos, principalmente propofol.
En su testimonio, Álvarez aseguró que el médico trabajó frenéticamente para salvar la vida de Jackson y hasta le practicó el boca a boca, mientras él mismo se ocupaba de la reanimación cardiopulmonar.
Después el doctor recogió algunos frascos y le dijo a Álvarez que los metiera en una bolsa, aunque esperaron a llamar a urgencias hasta que retiraron los fármacos.
EFE
Comparte esta noticia