Símbolo para algunos de la libertad de expresión, Hasél fue encarcelado para cumplir nueve meses de cárcel por unos tuits en los que ataca a la monarquía y las fuerzas de seguridad.
Símbolo para algunos de la libertad de expresión en España, el rapero Pablo Hasél fue detenido y encarcelado para cumplir una pena de nueve meses de cárcel por unos tuits atacando la monarquía y las fuerzas de seguridad.
"¡No nos van a parar nunca, no nos van a doblegar!", gritaba con el puño alto mientras la policía lo escoltaba fuera de la Universidad de Lérida (Cataluña) donde se había atrincherado con decenas de jóvenes.
"Muerte al Estado fascista", vociferó en el instante antes de que los agentes lo introdujeran en el vehículo policial, entre abucheos de activistas que protestaban.
De allí, Pablo Hasél fue llevado directamente al centro penitenciario de la localidad, donde ingresó de inmediato. Condenado a nueve meses de cárcel por unos tuits publicados entre 2014 y 2016, el rapero tenía plazo hasta el viernes pasado para entregarse voluntariamente y empezar a cumplir sentencia por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y las fuerzas de seguridad.
En los mensajes, el músico arremetía contra la monarquía y llamaba, por ejemplo, "mercenarios de mierda" a las fuerzas policiales y las acusaba de torturar y asesinar a manifestantes e inmigrantes.
En 2014, el cantante ya había sido condenado a dos años de cárcel por enaltecimiento del terrorismo por unas canciones donde pedía la muerte de la familia real o ensalzaba a grupos extremos responsables de violentos atentados. El encarcelamiento no se ejecutó porque el rapero no tenía antecedentes y la pena no superaba los dos años.
"UNA FALSA DEMOCRACIA"
Previamente, Pablo Hasél había dicho que no se presentaría ante la policía. "Tendrán que venir ellos a secuestrarme y también servirá para que el Estado quede retratado como lo que es: una falsa democracia", dijo, desafiante.
"Me encarcelarán con la cabeza alta por no haber cedido a su terror", publicó el rapero en uno de sus últimos tuits, pocas horas antes de su detención.
Unos 200 artistas, entre ellos el director de cine Pedro Almodóvar, el actor Javier Bardem y el cantautor Joan Manuel Serrat, firmaron un manifiesto en su defensa.
INCOMODIDAD DEL GOBIERNO
El escándalo incomoda al gobierno de izquierdas del socialista Pedro Sánchez, cuya portavoz María Jesús Montero reconoció la semana anterior que no había "proporcionalidad" en la condena al rapero.
A la defensiva, el ejecutivo prometió "una revisión de los delitos relacionados con excesos en el ejercicio de la libertad de expresión", con el objetivo de que se impongan penas "disuasorias" y no de cárcel. (AFP)
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